Capítulo 4: Lo que soy

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La idea fue mía: Si bien tendremos que movilizarnos un poco para conseguir provisiones y armas, el lugar es perfecto para nuestra supervivencia, ya que a los zombies se les dificultará llegar hasta aquí.
Tenemos carpas que encontramos en el garage de Nacho: Ahora sólo nos falta instalarnos.
—¿Quién va a dormir con quién? —Pregunta Javier.
—No lo sé... —Hablo —Tenemos dos carpas para cuatro personas, y dos más de dos. Entramos sin que sobre nada
—Yo dormiré con Mau, Agus y Ale en una de las carpas para cuatro —Comenta Javi: Los tres compañeros asienten.
—Franco, Tiziano, Federico y yo estaremos en la otra —Dice Lautaro.
—Nacho y yo en una de dos —Prosigue Luciano.
Entonces todos comienzan a soltar unas risitas... Y al instante me doy cuenta de por qué.
—Tu deberías dormir sola... Eres la única mujer —Habla Javier.
—¿Y eso qué? No estamos en condiciones de darnos lujos. Además, Julián no me molesta...
De repente percibo calor en mis mejillas y me siento incómoda: Julián es mi mejor amigo, y esto no debería avergonzarme... Ni siquiera sé por qué lo hace.
—De todas formas quédate tranquilo, amigo, pronto esa carpa será toda tuya —Escucho a Mauro dirigirse hacia Julián —No creo que a ella le quede mucho tiempo de vida
Nuevamente, todos comienzan a reír, y esta vez sí que no comprendo el motivo.
—¿Por qué dices eso? —Pregunto inocentemente.
—Por Dios, ¿Aún no lo notas? —Me dice el idiota de Lautaro con tono de burla —Eres una chica... O al menos un intento de eso
—¿Perdona?
—No soportarás este mundo... Eres Íngrid Gown
—Mira, discúlpame por ser tan sutil, pero tus comentarios sexistas me importan una mierda. Precisamente porque soy Íngrid Gown, les demostraré que puedo aguantar aquí tanto como todos ustedes —Respondo bruscamente ¿En serio se puede ser tan estúpido?
—¿Y cómo estás tan segura de que podrás lograrlo? —Vuelve a entrometerse Mauro. Vaya... Casi nunca habla ¿Tenía que hacerlo ahora? —Tienes un carácter muy inestable
—¿Carácter inestable? ¿Es en serio? ¿Crees que una chica con carácter inestable los sacaría de una escuela llena de zombies? ¡Porque eso lo he hecho yo, no tus musculitos, amigo!
Antes de que alguien pueda decir lo que sea, me dirijo hacia un grupo de árboles cerca del descampado, con paso firme y sin mirar atrás.

—Pff, carácter inestable... Qué estupidez —Me digo a mí misma, mientras camino en círculos entre unos árboles altos y delgados, lejos del campamento. Me paso la Colt de mano en mano, ya que la tenía guardada en el pantalón junto con el compás. El cuchillo se extravió, pero da lo mismo: Trajimos más que suficientes de la casa de Nacho.
Continúo pensando en voz alta y hago un gran esfuerzo por no gritar.
» ¿Por qué tengo que convivir con once chicos que, además, me tratan mal? Me frustra que crean que por ver una maratón de Zombies Al Amanecer sabrán utilizar los cuchillos. He matado a casi media escuela convertida en esas cosas, he conducido de aquí hacia allá.. ¡Pero no, no voy a sobrevivir!
Entonces escucho una risa familiar.
—Bonito monólogo
—¿Los demás te han contagiado el sarcasmo? Vete, Julián
—No, estamos lejos del campamento, tengo que acompañarte hasta allí
—¿Es que crees que no puedo ir sola?
El chico rubio suspira.
—Yo no he querido decir eso. In, ven
Mi mejor amigo se sienta en el césped y le da palmadas al suelo junto a él. Me acerco y me siento donde me lo había indicado.
—Mauro no quiso ofenderte con lo del "carácter inestable" —Me consuela —No es del tipo que haría eso. Los chicos estaban bromeando, sí, no de la mejor manera... Pero no buscaban que te enfades. Además, tú eres quién eres, ¡Y a la mierda con quien no lo acepte!
Julián me hace reír con el énfasis en su última oración, y le contagio las carcajadas.
—Gracias por venir, juli
—No es nada. Oye, es cierto que eres muy malhumorada a veces... —Lo golpeo suavemente en el hombro mientras aún sonrío —Pero así te quiero. Además, ¿En serio crees que fuiste a la única que molestaron? "¡Ah, estoy loco! ¡Ah, no somos héroes de acción! ¡Ah, vamos a morir!"
Vuelvo a reír.
—Tú... No estás loco. Tienes razón. Nosotros no somos héroes... Quizás sólo seamos gente con suerte
—Muchísima suerte
Decidimos por fin levantarnos del suelo y volver al campamento.

Cuando El Apocalipsis Empieza (Masacre Mundial 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora