Recuerdo perfectamente él primer día, cuando lo mire, era tan idiota, él típico niño inmaduro que le gustaba ser él centro de atención burlándose de los demás e incluso de ciertos profesores, era algo raro, ya que de verdad era inteligente...muy...muy inteligente, que en cierto punto me daba algo de envidia, siempre estaba como en primera él, como segunda el, y como tercera él.
Sus notas eran en cierto punto las mejores de toda la clase.
"Mierda, como era posible que ese idiota podría llegar a ser él mejor" lo pensaba todo él maldito día.
- Oye?. Me dijo
- Que?. Le respondí con desagrado
- Me pasas la tarea?. Dijo riendo
Maldita sea que no se supone que yo fuera la que se la pedía, aparte de idiota sonso... Fue algo raro pero Dah.- Ajam. Respondí molesta
Al día siguiente...
Entre directamente al salón de clases, ya que era una estúpida antisocial sin amigos, claro, no faltaron los pendejos que se ponían justo a un lado de las escaleras solo para volarse con las chicas, que obviamente no era mi caso, ya que era fea y desagradable, no me importo lo que esos idiotas decían, sabia que era mejor que ellos y con eso era mas que suficiente.
Termine de subir todas las malditas escaleras y vaya sorpresa que justo cuando me di la vuelta para él pasillo de mi salon de clases él y todos sus nardentales amigos estaban ahí, viéndole él trasero a todas las chicas que pasaban, que igual no era mi caso, pero seguí.
- Mira la fea. Dijo uno de sus amigos
-Ya se. Respondió con burlaMaldita sea lo odiaba, de verdad lo odiaba, digo, él no era un tipazo que digamos como para que me llamara fea él, y él simio de su amigo. Lo ignore y seguí caminando
Para colmo se encontraban justo en la puerta las perras, esas chicas que sienten ser mejor que cualquier otra chica de la clase, igual las odiaba, las empuje y entre, solo me senté a esperar al profesor, solo me quedaba ahí mirando al infinito, como toda una idiota, Wow ya hasta Sebastian me había pegado la idiotez.
Por fin sonó la campana y llego él profesor, un gran tipo por cierto.
- Melanie?. Dijo él profesor
- Presen... Alguien me interrumpió
- No vino. Dijo él idiota de sebastianVaya primero me llama fea, y después esto, se merecía un grammy a la persona mas pendeja de todo él maldito universo, de igual forma no me importo mucho, solo quería llamar la atención, y no iba a darle él justo, escuche su risa desde muy lejos del salón de clases, despistadamente volte para verlo, y efectivamente esa risa iba dedicada para mi Melanie Lee.
Los bimestres pasaron hasta llegar al ultimo él quinto bimestre, él mejor en todo caso, él director y los maestros planearon hacer un junto de padres e hijos, si, algo así como la tercera guerra mundial, él idiota había bajado de notas tan increíblemente, como yo siempre sospeche que pasaría, paso de ser él mejor a solo ser "Él".
Él día de la junta llego, todos se encontraban sumamente nerviosos, claro, a excepción de mi, no porque creyera que era la mejor, era porque simplemente sabia que de mi no hablarían, y si eso llegara a pasar obviamente serian cosas buenas, ya que mi conducta, como mis notas era muy buena, como sea entramos ya cada uno de nuestros padres se encontraban sentados, me acerque mas para buscar a mi madre, y ir a sentarme con ella.
Ya sentada para acabarla, él y su madre se sentaron junto a mi, claro, era obvio que algo malo debía pasar en un momento así, en fin, lo mejor de todo es que justo a un lado mio estaba un pasillo que nos separaba por varios centímetros.
- Matemáticas "Sebastian".
-Ingles "Sebastian".
-Geografía "Sebastian"Y Sebastian, sebastian, sebastian y sebastian infinitamente, fue prácticamente mencionado en toda la junta, vi la cara de decepción de su madre y sentí como tristeza ya que la señora casi lloraba, y él solo agachaba la cabeza.
Al día siguiente...
Nuestro asesor décidio que lo mejor seria, cambiarnos de lugar y así tener una mejor conducta.
- Melanie justo adelante. Grito
- Sebastian aun lado de Melanie. GritoDemonios como se le ocurría ponerme a un lado de ese desagradable hombre, ¡MIERDA!
...
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Ven, & Amame
Teen FictionFue ahí cuando me di cuenta que no podía mirar a nadie como lo lo miraba a él, podría decir en pocas palabras que él era uno en millón, no era ese típico chico alto, delgado, con cabello hermoso y ojos azules, él era un idiota, pero lo amaba, un gro...