YoonGi P.O.V:
Otra vez despierto, ¿No puedo simplemente no despertar? ¡NECESITO MORIR! Otra vez abro mis ojos sudando y nervioso, otra vez la misma pesadilla, creo que jamás se quitara aquel recuerdo de mi cabeza, abro los ojos para buscar a Jimin, pero no lo encuentro, siento ruidos en la cocina y sé que allí esta, porque está cantando. Cierro mis ojos para que cuando vuelva no sepa que me he despertado, trato de conciliar el sueño, pero el recuerdo del accidente ronda en mi cabeza, fue mi culpa, eso lo tengo más que claro, pero mi familia se ha encargado en culparlo en todo a él. Él no estaba enamorado de mí, y me siento triste, quiero morir, por mí, por él, esta no es mi vida, y no debo atarlo a él conmigo. Siento pasos, hay viene mi hombre, al que amo, al que ame, al que amare, y él no puede decir lo mismo, si, el me ama, pero no me amaba, yo no era correspondido, si tan solo no le hubieran mentido...
- Cumpleañero levántate, ya es hora de despertar.
Abro mis ojos lentamente para que crea que he estado durmiendo.
- Amor – me dice mientras se acerca a mí y me besa en los labios – ya despierta cumpleañero – cierto, hoy cumplo años, otro pinche año siendo un muerto viviente, otro año en el que no pasa día en el que no piense en cómo acabar con mi vida y reconstruir la de Jimin.
Me pasa la bandeja y yo me acomodo en la cama con dificultad, el acomoda mis almohadas y yo quedo completamente sentado, ubica mejor la bandeja en mis piernas y me besa, me encantan sus besos y sus caricias, pero eso no me quita las ganas de morir. Suena su teléfono y sale de la habitación, si tiene a alguien más sinceramente no me importaría, antes podría morir en paz.
Cuando vuelve al cuarto yo ya he acabado con mi desayuno, recibe la bandeja, yo lo tomo de la nuca y lo beso repetidas veces, no lo beso con amor, son besos de necesidad, de tristeza, no quiero dejarlo... pero debo.
Se acuesta a mi lado y me cuenta acerca de la llamada, quieren hablar con él para ser fotógrafo, o algo así le escucho, hice que me ponía feliz, y vimos la TV por unos cuantos minutos, luego él se levantó y tomo mi silla de ruedas, me vistió y salimos de casa, era el mismo protocolo de siempre, el mismo problema de siempre, el problema era yo, y los problemas deben desaparecer.
Al llegar entramos a un restaurante muy bonito, nos acomodamos y me cantaron el feliz cumpleaños mi cara se tornaba roja, quería llorar, tenía impotencia, quería golpear a los meseros, decirles que mi cumpleaños no era feliz, que tan solo me mataran.
- ¡Cojan una puta arma y mátenme al frente de Jimin, al frente del mundo, al frente de quien sea! – Solo lo pensé, bajé mi cara, comí mi pastel, y fuimos a casa.
Al llegar nos acostamos en la cama de nuevo para ver la televisión, vemos las noticias, y ahí esta Hoseok, él tampoco se merece lo que le pasa, algún día sabrá la verdad sobre su amor perdido, tal vez el día antes de que yo muera, me encargare de que eso pase.
- Jimin, amor, tu celular está sonando – nada, no recibo respuesta – Jimin.... – se perdió - ¡AMOR! – Mierda, está en el mundo de los unicornios - ¡PARK JIMIN! – no, nada. Intento estirar un brazo hacia él para sacudirlo, ¡BINGO! – Amor, ¿Me estas escuchando?
- ¿Eh? Perdón, amor estaba perdido, ¿Qué decías?
- ¡QUE TU CELULAR NO PARA DE SONAR, CONTESTA POR FAVOR! – Le grito como si de un desesperado se tratase, se levanta corriendo para tomar su celular. Otra vez solo con mis pensamientos.
Esta vez la llamada es rápida, y miro a Jimin, lo miro porque sé que lo extrañare, y lo amare, y al le dolerá, pero sabrá la verdad sobre su verdadero amor, sobre...
- ¿Qué pasa? – Aun no debe saberlo, así que digo la excusa más tonta del universo.
- Nada, es que tienes ahí un moco – Levanto mi mano con gran esfuerzo para señalar su nariz, y él se manda a esta con su mano para atraparlo, su reacción me causa demasiada risa – no es cierto amor, es que últimamente estas muy distraído, te extraño. – Él se acerca a mí y empezamos con una apasionada guerra de lenguas, tomo de su cadera y el acomoda sus piernas una a cada lado de mí, se sube a horcajadas sin hacer presión, e intenta restregar, pero al no sentir nada me deprimo, hago como si me hubiera lastimado, aunque no fuera cierto, él se da cuenta y se baja con sumo cuidado. No poder darle el placer que él requiere es otra de las cosas por las cuales lo quiero dejar en libertad, él no lo merece, no merece que nadie lo atienda, no lo merezco a él. Quisiera jamás haberlo subido a esa camioneta, debía aceptar que el ya no me quería, debí aceptar su noviazgo con él, y así, nuestras vidas serian perfectas, así el sería feliz, y yo me conformaría con verlo feliz. Cuando volteo a verlo, ya está dormido.
- Te amo Park Jimin, pero mis días en la tierra están contados, ya lo he decidido, mereces ser feliz. – Susurre para que solo fuera audible para mis oídos e inaudible para los de él, definitivo, espero verme muerto en poco.