Capítulo único

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Algunas veces pienso que mi vida se termina pronto aquí, pero te conozco y comprendo que te quiero más que mi propia vida. Yo matare por ti para ver ese par de ojos azules brillar de alegría, no permito que te hagan daño. Tú me has ayudado mucho durante todo este tiempo, siempre me apoyas para seguir adelante y no ponerme triste.

Siempre me haces reír con tus ocurrencias; como decirme: "Estas flaquito". No lo estoy, pero tú a diario me lo dices para subirme la autoestima, ahora es mi turno hacerlo.

Sé que has tenido muchos problemas y no te sientes segura de ti misma, sin embargo, para eso me tienes para solucionarlos, no todos al cien por ciento, pero estaré ahí.

—Yo te cuido siempre —digo con felicidad—. Siempre estaré para ti, te lo prometo.

—Lo sé —me responde con una sonrisita pícara.

—Te amo, princesa —le susurro en el oído, y debajo de mis manos siento su temblor de emoción.

—Yo más —responde abrazándome.

Cenamos en su casa, su madre no estaba ese día. Ella se marchó por negocios a otra ciudad, dejándola solamente con su primo, mi gran "amigo" le caigo mal desde que nos peleamos en la escuela cuando éramos niños. Me rompió toda la cara, por lo tanto, no nos toleramos.

—¡Mucho cuidado! —me amenaza con la mano.

—Sí, amigo —digo con ironía encogiéndome de hombros—. Descuida, no le haré nada.

—Ya chicos no se peleen —dice ella con determinación—. ¿Por qué no pueden ser amigos? Anda, dense la mano.

No las dimos, pero inmediatamente nos soltamos.

Terminamos de cenar, le ayudo a lavar los platos. Bueno, a secarlos porque no me deja hacer nada, hasta que accedió a mínimo los secará. Nos fuimos a la cama como dos enamorados. Necesitábamos descansar de tanto trabajar, pues estar sentados todo el día enfrente de una computadora no era lo mejor.

A pesar de todo, tú me apoyas en todo, hasta aceptar dormir conmigo sin estar casados. ¡Madre mía! Eres hermosa de actitud, también al dormir y estar despierta. Además, al tener un primo "encantador".

Ya recostados en tú cama, te pusiste la piyama para dormir. Yo me traje la mía para descansar a gusto porque sin ella no puedo cerrar los ojos. Aparte que es más cómodo que dormir con los bóxeres. Aunque me gustaría dormir sin camisa contigo, pero no puedo por respeto a ti.

Se apagaron las luces, te abrazo para acercarte a mí y sentirte junto a mi piel, oler tu aroma a durazno, sentir como tu corazón late deprisa cuando estas a mí lado. Confieso que el mío se vuelve loco cada vez que te veo.

Ella bosteza:

—Descansa —menciono en un murmullo—. Mi hermosa.

Se aparta de mí. No comprendo que sucede, siento que algo hice mal, pienso que la acabo de regar, porque no lo toma bien mi comentario.

—No —contesta triste—, estoy fea. Soy una inútil, no sirvo para nada...

No de nuevo. Siempre se dice así porque su familia se lo dice, pero no es verdad, ella es valiosa, es mi princesa.

—Hay alguien que te quiere. —La interrumpo, y añado—: ¿quieres saber quién? —le cuestiono.

—Sí.

—Yo —se rio de mi cometario—. Como el pollo.

—¿El pollo? —inquiere para saber más.

—Sí, escuche al novio de mi hermana que le dijo: "¿quién te quiere? Pues el "pollo" No entendí muy bien porque lo que sé es que él no tiene un apodo así.

Suelta la carcajada, y me comenta:

—Amor, es "pues yo" solamente le cambia al 'po' como una reducción al vocablo, por eso parece que dice "pollo".

—¡Oh! —me rio de mí. Que tonto fui debí preguntarle a mi hermana, pero mínimo logre hacerla reír—. No importa, si quieres soy tu pollo.

—Claro, Eres el pollito más fantástico que he conocido, mi lindo —me besa.

Nos separamos, la abrazo para darle mi calor, y le digo:

—No eres una inútil, eres la mujer más maravillosa del mundo.

—¿Tú crees? —pregunta insegura.

—Sí, la mejor de todas —le aseguro para después hacerle cosquillas en su panza—. Siempre estaré ahí para ti. Como siempre tú lo has hecho. Además, eres mi princesa. Te amo, princesa.

Ella me sonríe con esa hermosa sonrisa sincera, me devuelve el abrazo más fuerte.

Nos dormimos para soñar con el futuro que nos sigue. Seremos la pareja más dispareja, pero como lo mencione antes: no dejaré que nadie te haga daño ni sus comentarios ofensivos.

Un consejo les doy chicos, si su novia tiene baja autoestima... ayúdenla dándole seguridad, háganla sentir bien respetando su opinión, díganle cuánto la quieres y lo más importante: hazla ver que la vida con ella es maravillosa.

Te amo, Princesa©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora