Capítulo 33 - Lo prometo

4.8K 337 71
                                    

La luz del día me estaba molestando a tal punto que por más que trataba de cubrirme no era suficiente... Me estiro un poco y me doy la vuelta esperando encontrarme con el bello y adormilado rostro de Chris... Pero no veo nada.

Me siento de inmediato y veo para todos lados tratando de encontrarlo... Pero sigo sin verlo.

Hago memoria mientras llevo ambas manos a mi cabeza y llego a una simple y horrible conclusión.

TODO FUE UN SUEÑO.

—Claro, todo era demasiado perfecto para ser cierto —digo para mi misma y me pongo de pie cubriéndome con una de las sábanas. Doy un gran suspiro y salgo de la habitación más decepcionada que nunca.

Llego al salón y veo a los chicos durmiendo en los sofás. A todos menos a Chris... Pobrecitos, lo que les tocó aguantar por mí.

Estornudo y ruedo los ojos. Y yo que pensaba que estaba mejor.

Voy hasta la cocina en busca de alguna medicina que me ayude con el malestar y al fin lo encuentro.

Está despeinado y por lo visto no le había bastado con casi incendiar mi casa la tarde de ayer.

—Hola, Chris —digo con voz de dormida y me siento en uno de los taburetes del mesón. Le sonrío en cuanto me ve y él hace igual.

—Pensaba llevarte el desayuno a la cama —menciona Tranquilo.

—Entonces te ahorré el camino —digo en respuesta y doy un gran bostezo.

Nos quedamos en silencio mientras observo como prepara algo de café y hace unos emparedados. Al parecer es perfecto para sólo hacer desayunos.

Sonrío ante el pensamiento y llamo su atención.

— ¿Tengo monos en la cara? —inquiere sonriendo y yo asiento con la sonrisa más tonta.

—Creo que los monos te hacen ver más guapo —digo sin pensarlo y me sonríe.

Recuerdo de inmediato mi sueño y me sonrojo. Cómo hubiese querido que sea verdad.

Aún así necesitaba estar segura y sacarme ésta duda existencial de la cabeza.

—Desperté y me sorprendió no verte —digo casual.

—Claro, estaba durmiendo con los chicos y luego me desperté a hacer el desayuno —explica y se acerca dejando en frente de mí la especialidad del día. Empiezo tomando un poco de fruta cortada y doy un gran suspiro.

Lo sabía, todo fue culpa de mi estúpido cerebro y su absurda imaginación.

<< ¡Más respeto, Tontuela! >>

—Lo decía porque pensé que te habías quedado a dormir conmigo —digo y enarca una ceja. —Creo que estaba más enferma de lo que pensé... Hasta alucinaciones tuve —explico sonrojada.

— ¿Y de qué alucinaciones estamos hablando? —pregunta interesado y luego sonríe.

No pienso responder aquello.

—Pues solo eso —digo desviando la mirada. —Pensé que habías dormido conmigo.

—Claro —dice risueño y toma un poco de mi fruta con leche condensada. Si no fuese él de seguro ya le hubiese dado un manotón por comerse mi exquisito desayuno.

Me mira con interés y sonríe como si estuviese esperando a que diga algo más.

— ¿Qué? —inquiero nerviosa.

—Nada —responde divertido. — ¿estás mejor?

—Sí, gracias... No sé que habría hecho sin ti —comento y él asiente satisfecho. —Aún siento un poco de malestar, pero al menos ya no pienso morir.

MIS DÍAS CONTIGO | FANFICDonde viven las historias. Descúbrelo ahora