BODY { Hopemin }

"Ears"

Me siento renovado, aunque puedo odiar las clases de deporte, esta vez es una de las mas apreciadas dentro de mi horario, respiré pesado caminando a mi lugar de desespero, hacia ti.

Corrí dos o tres veces.

-Chicos hagan parejas, vamos acaso quieren que les hable con palitos y bolitas- muchos silbaron y gritaron por los términos del profesor, pero solo tenía ojos para ti en ese momento, y como mis ruegos pidieron, tus ojos se posaron en mí, brindándome una sonrisa al instante. ¡Oh! Como quisiera que jugaras conmigo... entre las sábanas.
-los más fuerte y pesados de las parejas al suelo- no tienes idea de como deseaba estar debajo tuyo, pero al parecer no fue así.
-¡Bien! Ahora tomen a sus compañeros y levantenles, palmas con palmas y plantas con plantas- tenía miedo de caerte encima o aplastarte, como notas no me siento tan confiable contigo a mi lado, es decir, debajo mío.
-Vamos Park, suba yo le ayudo- como odio a este deprabado, como si nadie notáse como restregaba su mano contra mi trasero mientras subía sobre ti.
...
Tomé aire lanzándome sobre el mini sofá de mi habitación, aún mi cara seguía roja como la salsa de tomate del supermercado.
...
-buen trabajo Park- se atrevió a terminar palmeando mi trasero en tu prescencia, pero sonreí timido, viendo tu fúrico rostro.
-Ahora Chicos mantengan tres minutos y suelten a sus compañeros con un pequeño salto- fueron los tres minutos más hermosos de mi vida, tus ojos cerrados, el sudor sobre tu camiseta marcando todo lo que mi boca quiere conocer. Y de pronto, me soltaste sin ningún salto y sin aviso, caí entre tus largas piernas... sobre tu dura erección, mis labios sobre tus oídos, soltando un leve gemido solo escuchado por ti; tratando de levantarme luego de disculparme, moviste tu pierna provocando que resbalara, creando una deliciosa fricción, dejando mi mente en blanco por segundos, como pude me levante dejandote solo sobre el suelo.

...
Tomé con fuerza mi necesitado pene, recordando la destructora fricción, moví mis caderas en círculo, gruñendo y soltando suspiros, noté que estaba por venirme.

¡Oh Hoseok!

¡Si!

¡más fuerte!

-Ho... ho... ¡Seok!- mis labios soltaron sin permiso y terminé manchando el suelo y mi mano derecha.

caminé hasta el frente y vi mi puerta abierta, me asusté un poco. Parálitica fue mi reacción cuando te vi de pie frente a mí, y ni tres segundos tomaste para salir corriendo.

Oh Hoseok.

No me odies.

No a mí.