Ayer estuvimos cenando con los vecinos. Son unas personas encantadoras. De las que te paras a pensar y ya no quedan. Tienen un hijo de mi edad y ha caído muy bien a mi hermano, tienen muchas cosas en común, quizá sean muy buenos amigos.
Como hoy no tengo nada programado para hacer, le escribo a Lorena para saber que estará haciendo.
Recibo un mensaje de Mel, una amiga de toda la vida, a la que tengo especial aprecio. Hemos decidido quedar esta tarde para lo que surja. Con Mel nunca organizamos nada seguro. Quizá nos apetece tomar café, y cuando llegamos nos apetece un mojito. Por eso digo para lo que surja.
Después de ducharme me arreglo el pelo y me maquillo un poco. Hoy hace muchísimo calor, así que hemos decidido ir a tomar algo frío frío. Voy hacia el pueblo de Mel para recogerla. Luego iremos a un pueblo vecino a tomar algo que quite un poco esa sensación de calor sofocante.
Entramos a un local que se está ideal, tienen aire acondicionado y hoy va genial. Mel se pide un cosmopolitan y me copio de su elección. Mientras nos vamos contando y poniendo al día. Mel estudia en otra ciudad y por ello ha tenido que mudarse allí. Durante el invierno nos vemos pero es todo más complicado. Pero es de esas amigas que por mucha distancia que nos separe, no dejamos de hablar nunca.
Casi sin darnos cuenta llevamos ya dos cosmos cada una. Mel me preguntó si no me apetecía comer nada y le contesté que no. A decir verdad me apetecía más beber que comer. Tengo el estómago revuelto. Mientras esperábamos al camarero fumándonos un pitillo para pedirle otro cosmo, mi teléfono se ilumina y veo un mensaje de Matt el capitán América en el que me pregunta: ¿otro cosmopolitan? A lo que yo me quedo helada, le comento a mi amiga que quizá Matt está en el mismo local que nosotras, no doy crédito a la situación, Mel me dice que debería contestarle. Pero ni siquiera sé que hacer, menos todavía lo que decir. Mel me sugiere que le ponga: y no el último. Cuando me decido a hacerlo, me giro a mi alrededor para ver si localizo a Matt, pero no hay manera, sé cómo es Matt y mi corazón también, y cada vez va más rápido, Matt puede aparecer en cualquier momento, él es de sorprender. Mientras espero su respuesta voy hablando con Mel del tema. Cuando leo la respuesta de Matt, y se la leo a Mel para que me de su opinión, Mel de repente al oír la respuesta se queda callada, con la vista fija en mi. "No deberías beber, jovencita" era la respuesta de Matt. A mi parecer no era para poner cara de estar viendo un fantasma. Pero entonces lo entendí, me llegó una suave ráfaga del olor de Matt, y me giré, y estaba allí, si, y estaba tan guapo como para parar un tren. Mientras buscaba las palabras que decir, se me adelantó..
+Hola Cris! Estás genial! Puedo sentarme con vosotras? -insistió.
- Por supuesto! -Dije yo mientras me reincorporaba hacia un lado para dejarle sitio en el banco.
Mel aprovechó para ir a saludar a una mesa a la que conocía de haber estado veraneando por aquí.
Matt rompió el hielo y me preguntó cómo estaba. A lo que le contesté que bien y que me alegraba de volver a verle. Matt me propuso ir a cenar por la noche y si tenía ganas salir un rato a bailar. No me parecía una mala idea porque quería saber el porque de muchas cosas. Con Matt todavía teníamos cosas pendientes. Le dije que encantada asistiría a cenar con él, y quedamos para las 9:30 me pasaba a buscar. Me advirtió que dejara de beber cosmos si tenía que conducir. Y no puedo negar que es un detalle que me gustó, me gustó saber que se preocupaba. Se despidió con un beso en la frente y se fue. Mel volvió a la mesa en cuanto vio que Matt se iba. Mientras nos terminábamos el último cosmo le iba contando a Mel lo sucedido.
ESTÁS LEYENDO
AGARRA EL TIMÓN
Teen FictionJóvenes con historia, historias de jóvenes, jóvenes historias. Qué dice más? La verdad o la mentira?