María se quedó perpleja ante las palabras de sus hijos... por fin, después de muchos años encerrada, de miles de lágrimas derramadas, de tanto sufrimiento y anhelo, podía escuchar de sus labios esa palabra, ¡esa maravillosa palabra! No pudo con la impresión y se desmayó en brazos de Esteban.
Es: ¡oh por Dios, mamá!, ¿qué pasó? (Muy preocupada)
E: tranquila hija, fue una impresión muy fuerte para tu madre (emocionado)
N: (tomándolo el pulso) se le disparó la presión, ¿podemos recostarla en algún lado?
Esteban asintió y la llevó a la recámara donde Nicandro y Santiago la estabilizaron rápidamente. Todos estaban adentro de la habitación...
E: no saben la alegría que me da ver que aceptan a su madre sin ningún problema (sonriendo)
H: sí, la aceptamos porque ella es una maravillosa mujer pero contigo todavía tenemos mucho que hablar porque las cosas no son tan sencillas
E: y estoy de acuerdo pero les pido que esperemos un poco a que las cosas se calmen, su madre no está muy bien todavía y esto lo demuestra
Es: por ella es que nos contenemos en este momento pero por mi parte, no puedo negarte que tengo muchas dudas y estoy enojada contigo
E: es normal pero ya hablaremos (sonriéndoles)
M: (reaccionando) ¿qué me pasó?
N: se te subió la presión María (serio)
M: Nico, Santi ¿qué hacen aquí? (Sorprendida)
S: no terminamos de hablar en el hospital (mirando feo a Esteban) y no podíamos dejar la conversación a la mitad
M: sí, tienen razón, no podemos dejar esa conversación a la mitad pero (miró a sus hijos) primero quiero tener otra conversación (nerviosa)
N: (entendiendo) sí, está bien, nosotros esperaremos allá abajo con los demás, sólo no te alteres por favor (salieron de ahí)
La habitación se quedó en silencio por un par de minutos, sólo se observaban sin decir una palabra hasta que María habló...
M: hijos (emocionada) ¿de verdad me aceptan como su madre?
Es: (se acercó a ella) por supuesto que sí y no sabes cómo lamentamos nuestras actitudes
H: (acercándose) fuimos unos egoístas, unos malos hijos, ¡te tratamos muy mal! Y no sabes cuánto nos lo reprochamos
M: ¡no, no tienen nada que reprocharse!, no saben la dicha tan grande que me han dado al saber que me aceptan como su madre (con ojos cristalizados) por favor, ¡denme un abrazo!
Los muchachos se acercaron hasta ella y la abrazaron muy fuerte, Esteban estaba muy emocionado de ver que su esposa por fin había logrado que su lucha tuviera los frutos deseados, se acercó al abrazo y los muchachos reaccionaron un poco reacios, desconcertando a su madre...
M: ¿qué pasa?
Es: no nada...
M: no me quieran engañar, no olviden que a pesar de no criarlos, los conozco muy bien porque soy su madre (seria) ¿qué pasa?
H: realmente nada mamá, no desconfíes por favor
M: (no les creía) Ángel, tú eres el más sincero de mis cuatro hijos, así que dime, ¿qué está pasando?
An: pues... es que estamos un poco molestos con mi papá, eso es lo que pasa mamá
M: ¿y por qué? (Seria)
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El Último Suspiro I
Fiksi PenggemarUn retrato colocado en el lugar equivocado y una mentira, destruirán el alma de la mujer que el magnate Esteban San Román más ama y, en su afán de destruir las mentiras, pondrá en riesgo su matrimonio al grado de poder perderlo todo. Un terrible acc...