EzarelxGardienne - Eldarya (One-Shot)

One-Shot

No debería... ¿o si?
Una parte de mi dice que me anime, que no tengo nada que perder. Pero hay otra que dice que no, que tal vez no dure mucho tiempo aquí, que tal vez no funcione y que de algún modo u otro terminare lastimada.

¿Por qué tuve que terminar aquí? ¿Por qué me tuve que enamorar de él? Un elfo, por dios ¡UN ELFO! Toda la vida fantaseando con estos seres, sabiendo como son, su perspectiva de la raza humana. No podía ser como esas historias en las que un elfo se enamora de una humana... al menos no con él, era completamente irritante y no hacía falta mucho sentido de la razón para saber que él solo me veía como una simple compañera del C.G y es que siquiera estoy en su guardia.

¡ARGH! ¿Por qué no puedo dejar de pensar en él? Estoy en una misión y no puedo concentrarme, si no lo hago bienme voy a llevar una buena por parte de Nevra, no es la primera vez que lo hago mal por estar perdida entre mis pensamientos.
¿Y si en realidad el siente algo pero lo oculta? No, eso es imposible. Aún si así fuera no duraría mucho, en cualquier momento tendré que regresar a mi mundo y en caso de que no volviera tampoco funcionaria ¡si aquí los elfos no son inmortales al menos viven siglos! Como mucho yo viviré unos cien años, pero sigue siendo poco, aunque sea mitad faery nada asegura que viviré más años de juventud que siendo una simple humana, yo seré una anciana mientras que él seguirá igual, tal vez siguiera siendo un adolescente, o adulto... ¡ES QUE NI SIQUIERA SE EDAD TIENE!
Tal vez deba concentrarme en la misión, quizá así me despeje un poco.

Una vez terminado el reporte de la misión fui a mi habitación a descansar, pero no logro dejar de pensar en él. Mejor doy un paseo por las afueras del C.G, tal vez así me relaje un poco.
Me quedo en la llanura oeste, es tranquilo y el viento que sopla es agradablemente cálido. Me recuesto en el césped con los ojos cerrados y sin darme cuenta me quedo dormida.

- ¡Hey, despierta! 

¿Uh?

-¡Dije despierta!

-¡AUCH! – de repente me despierto con dolor en la mejilla, alguien tironeo de ella. -¿Ezarel? ¿Qué haces aquí?... ¡Oh no! ¿Qué hora es? – cuando me doy cuenta es de noche ¿Cuánto dormi? Todavía no había atardecido cuándo vine aquí.

-Es casi medianoche, Nevra me envió a buscarte, te fuiste en la tarde y no volviste, tu familiar te extraña y no deja de lloriquear. Vaya que eres débil si una misión tan simple te deja así de agotada, no me quiero imaginar cómo quedarías con una misión más complicada. Tal vez sea mejor que...

-Basta.

-¿Uh?

-Que te detengas ¡estoy harta de que todo el tiempo te refieras a mi como una estúpida inútil! ¡No haces más que insultarme y denigrarme! Eres muy cruel y me lastimas. – dije lo último con una clara angustia en mi voz. 

¿Cómo me puede gustar alguien así? Si me lo hubieran contado antes de venir a este mundo me hubiera reído en su cara.
Pude notar como su expresión cambiaba a una de sorpresa y algo más que no logro decifrar.

-Lo siento, no quise herirte. Pero debes admitir que... - y empezamos de nuevo

-¡AAGH! - me levanto lo más rápido que puedo del suelo y me alejo deprisa.

-¡Espera! ¡Gardienne! 

Pude escuchar sus pasos atrás de mi, para ser un elfo hacía bastante ruido al correr. De repente sentí como tiraba de mi brazo hacia atrás obligándome a darme la vuelta.

-No te vayas, no aún.- dijo las últimas palabras con un tono de suplica que nunca había escuchado en él.- No siempre tenemos la oportunidad de estar así, a solas y en un lugar tranquilo, sin nadie que nos pueda molestar. Quedémonos un rato más.