Me intento escabullir entre la bulliciosa multitud. Una vez aparte, me subo a un banco del aeropuerto e intento divisar al cartel de bienvenida. Carteles rojos, blancos , verdes,... y al orto extremo de la estación, un sonriente Harry lleva un cartel con un bosque dibujado, y mi nombre.
Bajo corriendo las escaleras mecánicas, y al reunirme con él, lo abrazo.
- Heey. ¿Que tal?
- Genial, el aeropuerto de Londres estaba lleno, y casi no qedaban entradas anoche. Tuve que comprar en primera clase. Pero no importa, ha sido casi mejor, porque he podido estar tranquila.
-Me alegro de que te haya gustado.
Y me besa. Suave y prolongadamente. Y yo llevava tanto tiempo queriendo tocarlo, que lo abracé todo lo fuerte que podia.