Capítulo único

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Era jueves, y por tanto, a Foxy le tocaba reunión con la familia de Mangle. Cada martes y jueves por la noche se veían los cuatro para cenar y ponerse al día. Ya era una costumbre, y como a Foxy no le gustaba mucho la rutina, Mangle siempre estaba detrás de él para que no faltase.

El problema era que Bon lo había invitado a salir ese día. No salir como pareja, sino más bien... "dar una vuelta". Pero Foxy tuvo que rehusarse a regañadientes por Mangle. No podía quitarle su cena, y ellos podrían salir la noche siguiente, más relajados.

Entonces, así, alrededor de las 10 de la noche, estaban los cuatro a la mesa. Hablaron poco y nada. Foxy tenía una cara de alegría digna de una roca inerte; Mangle no dejaba de codearlo para traerlo a Tierra; sus padres intentaban sacarle tema y casi no podían... estaba en las nubes, no cabía duda.

Se había quedado con la culpa de no salir con Bon. Pero una responsabilidad es una responsabilidad, y eso medianamente lo tenía enfocado en su horrible plato de arroz con... arvejas, o algo así.

—Y dinos, Foxy... —mencionó en un momento la madre en un intento de romper el silencio—. Dijiste que estás en un grupo, ¿no?

—¡Ah, sí!, soy el triángulo —dijo muy orgulloso, aunque Mangle quería que la tragase la tierra.

—¿Triángulo? —preguntó el padre algo decepcionado.

—Sabemos que Mangle también hace música —mencionó la madre. —¿Tocáis juntos?

—En realidad, nosotros no...

Para sorpresa de todos, su voz fue interrumpida por el teléfono.

—¿A estas horas...? —se preguntó el señor algo indignado.

"Cada tono del teléfono era eterno.

Cada segundo eran como mil horas..."

Todos se miraron intentando decirse con la mirada "¿quién atiende?", en clara señal de que nadie movería un pelo.

—Yo contesto... —resopló Mangle caminando hacia el teléfono con algo de desgano. —¿Sí, dígame...?

"La respiración le pesaba... Le temblaban las piernas...

Le dolía todo, por dentro y por fuera..."

Los otros tres siguieron comiendo como si nada, creyendo que quizás solo se trataba de un número equivocado, mas la voz de Mangle de pronto sonó angustiada:

—Oye, dime, ¿qué pasa...?

—¿Quién es, querida? —preguntó la madre sin poner mucha atención a lo que pasaba.

—Foxy, es... para ti...

—¿Qué? —exclamó con una risa nerviosa—. Pero si ni siquiera vivo aquí.

"Ese silencio se volvió eterno.

No dejaba de espiar por la esquina rogando que no apareciera de nuevo..."

Foxy se levantó extrañado de su asiento, y fue hacia la pequeña e impasible Mangle, que sostenía el teléfono en alto. El otro lo tomó algo desconfiado. ¿Quién podía ser?

La única persona que sabía dónde estaría era...

—¿Hola...? —pregunta por el tubo, sin esperarse lo que oiría del otro lado.

No se oía nada. Era una respiración entrecortada que se entremezclaba con el ruido blanco del teléfono.

Por alguna razón se puso algo nervioso, y miró a Mangle como interrogando quién era, pero ella ya estaba a la mesa de nuevo y no lo notó. Volvió al teléfono y repitió con más firmeza:

『Foxy x Bon』Teléfono Descompuesto (One-shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora