IX

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Eché la cabeza hacía atrás para tratar de llevar aire a mis pulmones, pero ellos estaban tan comprimidos que no podía entrar nada de aire, traté de abrir las alas pero tampoco lo logré. Ese fue mi último intento de librarme, no tenía más fuerzas, dejé que mi cuerpo se relajara y mi cabeza colgaba hacía atrás mientras yo boqueaba.

- ¡Aguanta! ¡Ya casi estoy! - Chat Noir trataba de llegar a mí pero la ilusión de la mano no se lo permitía <<Un segundo...>> recordé que todo era una ilusión y que nada de esto era real, las manos que me apretaban y me asfixiaban eran solo una ilusión. 

- Esto...es...una...ilusión - solo fue un susurro, pero bastó, las manos se desvanecieron y yo caí al suelo de rodillas.

-¡No! - levanté la mirada y vi como el Ilusionista tenía una expresión de sorpresa, tomé un poco de aire y me levanté de un salto, mientras me abalanzaba sobre aquel hombrecillo y lo tiraba al suelo.

De reojo vi como Chat Noir hacía algo y una de sus manos brilló en un una luz verde, golpeó la mano con aquel poder pero no le sirvió de nada.

- ¡Eagle! - la boca del Ilusionista estaba abierta, para que la mano restante pudiera seguir atacando al chico gato - ¡Creo que tengo problemas! - había levantado mi daga y le iba a dar un golpe con el mango en la cara a aquel burlón enemigo pero al girar a ver a mi compañero vi que luchaba con la mano que lo quería aplastar contra el suelo.

- ¡Es solo una ilusión! ¡Concéntrate y observa más allá! - vi como lo intentaba y como la mano comenzaba a perder presión sobre él, pronto se libró y pudo ver todo como realmente era.

-Vaya - se acercó a nosotros y se agachó a la altura del rostro del Ilusionista - si no es más que un simple actor de circo y pensar que casi me lo creí - él hombre le escupió, pero Chat Noir se movió y la saliva calló a un lado.

- Debería darte un buen golpe por lo que me hiciste - a pesar de que sabía que había sido una ilusión mi mente lo creyó tan cierto en ese momento que había hecho real el dolor y la falta de aire.

- También me gustaría darle uno - sonreí y levanté la mano en la que tenía la daga para asestar el golpe con el mango - espera - me giré a ver al chico rubio a mi lado - pueda que queramos hacerlo pero no es lo correcto- me giré a observar al hombre - no es su culpa, es culpa del Akuma que Hawk Moth le puso.

- Akuma... ¿Dónde puede estar? - le lanzó una larga mirada, el hombre había cerrado los ojos, seguramente tratando de crear una nueva ilusión.

- Ya lo sé - se agachó y le quitó los guantes, los rompió y una mariposa de un negro azulado salió volando de ellos.

-¡Noooo! - cuando el hombre gritó de esa manera, me levanté y él se quedó tendido en el suelo, reaccionando como si hubiera estado hipnotizado y acabara de recuperar la consciencia.

- No te me vas a escapar - el chico gato tomó la botellita que colgaba de su cinturón y la usó para atrapar al Akuma, la sacudió un poco y cuando abrió la tapa y la mariposa salió estaba de un nuevo color blanco.

- ¿Qué sucedió? - tanto el ilusionisto como yo estabamos confundidos, el hombre se sentó y se frotó la cabeza.

- Nada preocupante, señor, debería volver a su casa - Chat Noir le ofreció una mano, él la aceptó y se puso de pie.

- Muchas gracias - observé como se marchaba a paso lento y frotándose la cabeza a ratos.

- Vaya... - no tenía palabras y estaba demasiado cansada, iba a hablar pero algo sonó y una de las almohadillas de la pata en su anillo desapareció.

- No me queda tiempo, me voy a transformar - fruncí un poco el ceño - búscame frente a la torre Eifel mañana a las 4.

- Ok - se alejó corriendo y saltando por los tejados ayudado por su barra y yo me giré para ver cómo París volvía a la normalidad - ¡Carajo! - había olvidado la sesión de fotos, salí volando y llegué frente a los estudios del señor Agreste, me metí en una cabina telefónica y me transformé, Kat me dijo que estaba cansada y hambrienta y yo le prometí que la iba a alimentar apenas tuviera algo de tiempo.

Salí de la cabina y subí las escaleras corriendo, iba solo unos minutos tarde pero el señor Agreste me había advertido sobre las llegadas tarde, cuando fui a abrir la puerta sentí que alguien estaba detrás de mí, me giré y encontré a Adrian subiendo el último tramo de escaleras.

- Menos mal no soy el único que llegó tarde - comentó mientras abría la puerta y entraba después de que yo lo hiciera.

- Nos van a regañar a los dos - en ese momento se acercó la secretaria del señor Agreste a paso rápido.

- Niños, van tarde, deben cambiarse - nos reímos y la seguimos dentro, nos dieron la ropa en un salón lleno de maniquíes y entramos cada uno en un camerino. Había comida dispuesta para mí, sabía que no debía comer mucho de lo que siempre me ofrecían en las sesiones pero tenía demasiada hambre, me permití comer un muffin y tomar jugo de mango y mientras masticaba el pastelillo recordé a Kat.

-Kat, sal - el animalito flotó hasta mí y miró la mesa llena de bocadillos llamativos.

- Si va a ser así cada vez que luchemos contra un villano, espero que tengamos muchos Akumas contra los que luchar - me reí ante su ocurrencia y comencé a desvestirme.

- No vayas a exagerar con la comida, luego te enfermas - ella tomó una uva y comenzó a morderla, terminé de vestirme y me miré al espejo.

- No es que coma mucho - realmente no lo hacía, solo comió un par de uvas y una galleta de chips de chocolate y dijo que había quedado satisfecha.

- ¿Puedo pasar? - era la maquillista, le indiqué a Kat que volviera al bolso y abrí la puerta.

La sesión de fotos era con animales salvajes, de modo que nos llevaron al zoológico. Al llegar allí me indicaron que entrara en la jaula de la pantera y así lo hice, adoraba las sesiones con animales y no fue un gran esfuerzo posar junto a las panteras y los elefantes, posé con una jirafa y con un león, también lo hice con una serpiente y con un loro y todo salió maravillosamente.

- Ahora entiendo porque mi padre te quería como modelo - estábamos sentados en una silla, teníamos un descanso antes de devolvernos a los estudios y Adrian estaba comiendo.

- Tu no puedes quejarte, tienes fotos muy buenas - el asintió, y por la forma en la que lo hizo supe que teníamos algo en común. Nos costaba la vida de modelos, lo hacíamos para complacer a nuestros respectivos padres y preferiríamos estar haciendo algo completamente diferente.

- ¿En serio no quieres comer? - insistió, mientras señalaba el carrito con comida.

- No puedo - me dio una mirada lastimosa y yo preferí sonreír para quitarme la sensación incómoda que crecía dentro de mí - Tu padre se molestaría porque rompo las reglas.

- Yo no lo pensaría dos veces antes de romper esa regla ¿Por qué te la puso? - me reí, aunque falsamente.

- No me la puso tu padre, desde siempre me han entrenado para no probar nada de lo que me ponen enfrente en las sesiones - eso era parte fundamental de ser modelo, no podía comer de más y muchos fotógrafos y diseñadores se molestaban si uno lo hacía - ya es parte de lo que hago - se estiró y tomó una dona con glaseado de chocolate encima y me la ofreció.

- No creo que vaya a haber problema porque comas una dona de vez en cuando - la recibí, lo cierto es que tenía hambre y me daba pena rechazarla.

- Mmm... Debería romper las reglas más seguido - dije luego de haber mordido una parte de la dona, Adrian se rió de buena gana y el ambiente en el que ambos nos contábamos con la mirada que no estábamos haciendo lo que queríamos pasó a uno de mofas con comentarios como <<Si como más voy a terminar como una dona>> <<No creo que vayas a engordar por comer otra cosa>> <<Tu lo que quieres es que me despidan>> Y entre bromas y bocados ilegales mi tarde terminó siendo una muy linda.

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Bueno aquí está el capítulo "bonus" que había mencionado, espero que les guste y lo compartan con sus amigos Miraculers y lectores.

Voten y comenten y nos leemos el próximo Jueves ;)

Eagle (Ladybug fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora