Yandere [Haruka y Michiru]

Capitulo 1

-¡Auxilio!- se escuchaba los gritos desgarradores de aquel chico.

-Continua gritando... Pero nadie te escuchara- sonrie de manera sádica -Nadie excepto yo... Tus gritos para mí son música ante mis oidos jaja- paso la tibia puntilla del cuchillo por su garganta -Continúa- susurro mientras desabotonaba la camisa con él cubierto.

-Por favor...Por favor dejame ir- lágrimas de compasión y miedo rodaban por sus mejillas.

-No...- se separó -Jamás debes olvidar... Qué él karma regresa Okuma- dicho esto tomo él machete y lo jalo del cabello -Que linda se verá tu cabeza en mi pared- paso su lengua lentamente por sus labios.

-Por favor ... Por favor ten... ¡Agrrr!-su hombro había sido lastimado por él filo del machete.

-Jajajaja pero mirate... Te vez  tan tierno bastardo de mierda- su risa era la de una demente o asesina en serie  -Tu no le tuviste piedad a ellos cuándo los mataste- su voz ahora era tan fría que hacia poner la piel de gallina a quién fuera.

-¿D-de quién hablas?- apenas y podía hablar del dolor, la visualidad en sus ojos estaba obstruida por una venda.

-Oh vamos Okuma ¿acaso se te olvido?- soltó su cabello y miró al indefenso chico - Bien te lo recordare- volvió a dejar de lado él machete tomando su pequeño cuchillo -Hace diez años mataste a una familia-

-¿C-como lo sabes?- sentía cada vez más miedo.

-Porque lo presencié y adivina que...- dijo con emoción -Ahora te toca pagar-

-Por favor...Por favor-

-¡Callate!- le dio una bofetada tirándolo al piso -No pidas clemencia cuando tu no la tuviste- le dio una patada en él estomago con sus botas de casquillo haciendo que él escupiera sangre -Eres un bastardo cerdo- otra patada-¿Oh que? ¡¿ Acaso se te olvido como abusaste de aquella pequeña?!- se inclino hasta él y le clavo él cuchillo en su entrepierna

-¡Aaaa!- las venas de su garganta sobresaltaban.

-Decías que sus gritos para ti eran música - de nuevo por él cabello levantandolo un poco del suelo, quedando sus rostros juntos -Ahora tus gritos y suplicas lo son para mí- bajo la venda.

Miro aquellos ojos verdes cuál esmeraldas -Haruka- susurró  casi inaudible.

-Jamás olvides ese nombre y llevalo contigo al infierno- tomo su machete.

-No por favor ...¡Nooooo!- cayó un rayo cerca de ahi.

-Idiota- murmuró  mientras se levantaba; camino por los grandes pasillos y dejo sobre la mesita de noche la cabeza degollada con los ojos bien abiertos al igual que su boca...

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