He visto el rostro de satán.
& es tan sensual, atrae con su mirada seductora e inexpresiva formal.
¡¡Satán, ven acá!! Manifiéstate y arrástrame a tu infierno, que sentir estar entre lluvia de estrellas y enraizada en el cenote más profundo eso quiero.
Que poco te conozco, me refiero a tus desenvolvimientos y roces; sin embargo hay un conocimiento previo del sabor de tus labios que incitan a cometer cualquier pecado y derretirse en cinco infiernos.
Quiero caer en tu agujero negro y después chocar con la luz de tus aposentos; fundirnos en tu centro pentáculo, expandirme en tu universo descubriendo como es exhalar el alma en tu reino, amplexo a tu cuerpo.
Para terminar de decir: —que una noche fui de satán y conocí su averno