Era un típico Jueves, en la sala de espera del hospital del centro, como habían sido los mismos durante 5 largos y duros meses para mi. Me tocaba a mi estar ahí para ella, era la mujer que me había dado la vida y la estaba perdiendo. Si no fuera por esa mierda de enfermedad, estaríamos en el porche de casa viendo el mundo después de la vereda. El diagnostico de Cáncer fue la peor pesadilla que nos pudo pasar, a toda la familia. Mi cara, la de mi hermana y la de mi padrastro no habían vuelto a ser la misma desde aquella espantosa noticia.
Como contaba, yo estaba en esa sala de espera donde el gris era el color principal y unos cuadros ilustrando el mar cortaban un poco la sobria escena. La sala era silenciosa, demasiado. Se respiraba un aire de preocupación. Anhelaba tanto poder respirar un poco de alegría entre toda esta mierda de situación ..... En eso escucho la puerta de la recepción , que no quedaba a mas de 3 metros, abrirse. Una persona mas pasando un momento de desgracia, pensé. Pero mi pensamiento cambio cuando escuche esa risa, si, una risa, casi carcajada, aunque no lo crean, tampoco yo lo hice. Me vi en la duda si estuve soñando despierto aunque mi burbuja se rompió cuando vi entrar a ese ángel en la sala de espera, si, puedo jurar que era un ángel. Alto, no tanto como yo, ojos azules con tonos celestes, cabello lacio delicadamente despeinado. Pude notar un aire de carisma en el, era como si viviera feliz, vi en el un alma de alegría y misterio al mismo tiempo.... Mi cabeza estaba alborotada, no sabia porque tal persona estaría de tan buen animo en ese horrendo lugar en el que todos están con la duda de " vive o murió" .
Para despejarme un poco me levante de mi lugar y me dirigí a la máquina de café que estaba a dos sillas del lugar en el que estaba aquel ángel que sin querer me lleno el alma de su alegría. Nervioso, puse unas monedas en la maquina para llenar mi vaso de café, presione el botón pero la maquina no funciono. Le di varias palmadas, ya me estaba enfureciendo cuando ese ángel se me acerco:
¿Nesecitas ayuda con eso? - dijo con una vos fina que lleno mis oídos de paz.
Si, por favor, no puedo hacer que esto funcione - conteste nervioso.
Presiono unos números que había en la parte baja de la maquina, de los que yo había ignorado completamente, me sirvió el café, y me lo dio.
Muchas gracias - agradecí.
No hay de que. - me dijo con una sonrisa que hizo ponerme la piel de gallina.
Quede paralizado ante tan bellos ojos, era como si pudiera ver detrás de ellos, veía amor, sonrisas y mas en el fondo un gramo de preocupación. ¿Que podría preocupar a tan perfecto ser?
-Louis Tomlinson . - dijo extendiendo su mano hacia mi. -Harry Styles . - me presente devolviéndole el acto. -Un gusto conocerte Harry - dijo con una mueca sonriente. -Igual. -Y dime, Harry, de donde eres?- al parecer quería conversar, no me iba a negar a eso. - Holmes Chapel , y tu Louis? -Doncaster, pero ahora yo y mi familia estamos viviendo a pocas cuadras del hospital, lo necesitamos cerca - contesto dejándome así poder ver un brillo de melancolía en sus ojos, que rápidamente volvieron a su estado natural sonriendo como hacia 3 segundos antes. -Oh, lo lamento mucho. -No, esta bien Harry- dijo sonriendo.
"Louis Tomlinson" , se escucho una vos aguda desde uno de los consultorios.
-Tengo que ir Harry, un placer conocerte- se despidio. -Igual Louis - dije embobado.
Quede paralizado un momento, y volvi a mi asiento, durante varios minutos quede pensativo pensando en el porque de que ese chico este en este Hospital, y lo mas extraño, de tan buen humor. En eso la puerta del consultorio en el que Louis habia entrado se abre dejando salir a aquel chico que me volvia loco.
Asi pasaron las semanas y meses, todos los jueves yo iba al hospital y me encontraba con Louis, conversabamos, reiamos, y asi me hize un amigo, era tan encantador, realmente era un chico encantador. Empezamos a vernos varios dias seguidos a la semana y enserio que la pasabamos bien. Nos habiamos hecho tan cercanos, como si nos conocieramos de toda la vida...
Un viernes por la madrugada suena mi telefono. Asustado atendi y me vi con la noticia mas espantosa que hubiera pensado tener. Mi madre habia fallecido. Llame a Louis y le pedi que me acompañara al hospital ya que el vivia cerca de alli.
-Harry, todo va a estar bien, lo prometo. Ella ahora es un angel, te va a cuidar desde el cielo.- me decia Louis mientras acariciaba mi pelo y me dejaba apoyar mi cabeza sobre su pecho. -Gracias Louis, enserio te aprecio demaciado.- le dije sentandome y mirandolo a esos ojos color mar.
Fue un momento que jamas voy a olvidar, nuestras caras se acercaron despacio hasta el punto en que nuestros labios se unieron, senti tranquilidad. Senti como podia confiar en alguien, senti que sus palabras eran verdaderas y que mi alma estaba tranquila cuando estaba con el.
Las semanas siguientes fueron semanas raras, por momentos me ponia muy triste, pero el siempre estaba ahí para ayudarme con lo que sea, para abrazarme, para sacarme una sonrisa....
Pero llego el dia en el que las cosas cambiaron de golpe para mi. Esa mañana cuando me levanto para ir a desayunar encuentro una nota en la mesada en la que decia: "Por siempre te amare, como sea, mi alma va a estar contigo siempre Harry, nunca lo olvides, y recuerda, se feliz a cada minuto, no estes triste, vive la vida feliz" . Nadie firmaba la nota. Rapidamente marque el numero de Louis en mi celular pero nadie contesto. Me cambie, tome un taxi y me dirigi directamente al Hospital.
Al llegar senti como mi mundo se derrumbaba de nuevo ¿Como nunca lo supe?¿Porque nunca me dijo que tenia una enferdad en la que tenia los dias contados? Es que parecia un chico tan alegre...
Jamas olvidare sus ojos, sus risas contagiosas que terminaban en dulces y tiernos besos. A pesar de todo, sigo sonriendo, como el me lo pidio, se que su alma esta conmigo cuando me siento mal, y todavia siento sus brazos rodearme en las noches de lagrimas. Lo ame, lo amo, y lo amare por el resto de mi vida y hasta que volvamos a encontrarnos . Hasta siempre Louis Tomlinson, amor de mi vida.