Especial 2

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Javier.

Tres semanas, equivalente a veintiún días de acoso he sufrido de Hundson. Desde que me compró un nuevo móvil, todo los días me escribe. Cuando me lo entregó grabó su número en él y me insistió por más de dos horas que le diera mi numero, ya que sólo cambié de aparato...¡de verdad que es intenso!.

Justo ahora otros de sus molestos y estúpidos mensajes ha llegado. Pero este es diferente a los otros. Me ha invitado a su partido de fútbol, ya lo había hecho anteriormente pero siempre lo he rechazado ya que no soy fanático de ningún deporte. Pienso volver a negarme pero otro mensaje llega insistiendo y aclarando que es la final del torneo, se ve que es importante, sólo porque no ha agregado un puto emoji en dos mensajes seguidos.

Tras soltar un suspiro ahogado y recostarme en mi cama pienso un poco al respecto. ¿Por qué tanta insistencia? No somos amigos y sólo nos conocimos hace poco. No tenemos nada en común y siempre soy frío y duro con él, no hay razón para que me hable.

¿Quizás por eso nadie se queda a mi lado por mucho tiempo? ¿yo soy la razón? ¿qué hay de malo en mí?... Bueno, muchas cosas pero ellos son los que deberían acostumbrarse a mí.

En mi mente tenía la intención de rechazarlo nuevamente pero mis manos me traicionaron y por error escribí "Iré"...

...¡¿Pero por qué coño he hecho eso?! ¡Cancelar, cancelar, cancelar! Mierda...¡No se puede cancelar! Puta vida.

Ahora tendré que ir. Respondió al instante con un infinito y exagerado gracias con emoji sonrientes, los cuales de tan gran cantidad no quise ni contar. ¿De verdad es tan importante que esté presente? Es nada más un partido y sólo soy yo. Un bueno para nada.

Corté la conversación allí y me dirigí a la ducha a refrescarme, me vestí con mis típicos atuendos un poco oscuros, para especificar, unos jeans negros y rasgados, una camiseta rojo sangre con una pequeña calavera negra, unas Converse negras y mi fascinante cabello oscuro al estilo salvaje, un poco alborotado.

Salí de casa llevando conmigo el celular y mi billetera con un poco de dinero, dejé atrás esa vacía casa y me dirigí al centro de la ciudad a caminar por las calles sin un rumbo exacto. Iba paso a paso sin mirar a mi alrededor, sólo mis pies moverse hacia delante. Como consecuencia choqué con algo, o más bien alguien, pero sentí un pequeño dolor en mi brazo izquierdo, como si miles de agujas de incrustaran en él. Me levante maldiciendo por lo bajo y al observar bien, había tropezado con una chica quien llevaba una gran cesta con rosas en ella.

—¡Lo siento! Por andar distraída no te vi...¡Oh Dios! Tu brazo tiene algunas espinas...

—Tranquila, es mi culpa por no mirar a donde voy. No es nada, ¿tú estás bien?—Dije sacandome las espinas una a una.

—De verdad lo siento, pasa a la tienda, te daré un pañuelo y un poco de alcohol si quieres—Dijo amable la linda chica invitandome al parecer su lugar de trabajo, aunque se ve un poco joven para trabajar.

—Esta bien, pero tu bolso se ha caído, deja me ayudarte—Noté que habían cosas regadas en el suelo, como maquillaje, pañuelos, dinero y entradas a un torneo de fútbol. Recordé la propuesta de Leo pero no había tomado en cuenta que no tengo entradas. Recogí todo y se lo entregué.

—Disculpa pero, ¿esas son entradas para la final del torneo de fútbol?—Pregunté siguiéndole el paso hacia dentro de la floristería.

—Sí, iré a ver un familiar jugar. Toma asiento, traeré el botiquín —Dijo desapareciendo detrás de la puerta de empleados.

Irá al partido. Hundson me invitó pero no tengo entradas, ¿las tendrá reservadas para mí? Si invitas a alguien deberías tenerlas.

Le envié un texto preguntando si él ya las tenías.

¿Un Chico En Mi Vida? |ChicoxChico||Yaoi|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora