El placer del amor.| Romione.

Capítulo 11: El paseo por el pueblo.

A la mañana siguiente Ron despertó muy emocionado, durante la noche había planificado el paseo que daría con la castaña por el pueblo, cuando salió de la cama cayó en cuenta de que Harry no estaba en su cama, frunció el ceño, se imaginó que su amigo estaría con su hermana. Tomó su ropa de la silla y se vistió.

En el cuarto de las chicas Hermione se arreglaba muy espacialmente para la salida, se colocó unos pantalones y una remera algo ajustada de color naranja, recogió su cabello en una cola de caballo, tomó su abrigo y salió del cuarto en dirección al comedor.

Al llegar vio que Ron ya estaba desayunando, ella caminó lentamente hacia él, Ron ni siquiera la vio venir, estaba untando una tostada cuando se le sentó enfrente.

—¡Buenos días!-Dijo la castaña gentilmente.

—Hola, te ves…Preciosa.-Dijo Ron con una sonrisa.

La chica se ruborizo levemente, el pelirrojo le entregó una tostada.

—La preparé para ti.-Comentó el chico.

—¿De verdad?

—¡Claro!

Estaban desayunando tranquilamente cuando Harry entró corriendo por la gran puerta, el ojiverde se acomodó al lado de la castaña y ella le dio los buenos días. Ron en cambio lo miró severamente mientras le preguntaba por su hermana, Harry no tuvo tiempo de responder, Ginny entró en el gran comedor acomodándose el cabello, el pelirrojo la miró con los ojos abiertos, tuvo ganas de retarla, a ella y a Harry, pero por suerte para los recién llegados la castaña los sacó del paso, le dio una patadita a Ron por debajo de la mesa al tiempo que les decía.

—¿Irán al pueblo?

—¡Si!- contestó Ginny.

—Podemos ir los cuatro juntos y allí cada uno sigue por su lado.-Comentó Harry.

Ya los cuatro estaban al tanto de las relaciones de los demás, tanto Ron como Hermione, sabían del regreso de Ginny y Harry y viceversa. Después del desayuno los cuatro caminaron hasta la salida de el colegio donde se juntaron con el resto de sus compañeros, los chicos estaban muy contentos, mientras caminaban Harry tomó disimuladamente la mano de la pelirroja. Al llegar a la entrada del pueblo, Ron les dijo que ahí se separaban, Ron siguió caminado con Hermione hasta que se perdieron de vista.

Harry y Ginny fueron cerca a la casa de los gritos donde no iba nadie, de esa manera podrían estar solos sin que nadie lo notara. Ron sorprendió a Hermione llevándola a la casa de Té. La castaña entró en el lugar y se quedó helada al ver que el chico le corría la silla para que tomara asiento, el lugar estaba llevado de parejas acurrucadas que tomaban su té.

Luego de que les sirvieran a ellos los suyos, Ron sacó de su bolsillo una nota que estaba perfectamente plegada, se la dio diciendo:

—No la leas ahora, me daría mucha vergüenza.

La chica tomó el papel y se lo guardó. Ella hablaba sobre el día, las materias y él no podía dejar de mirarla, de pronto sin poder contenerse la tomó de la mano por primera vez en público, por unos minutos se olvidó de la gente que estaba en el lugar, solo existía ese momento, Hermione hizo silencio cuando sintió la mano de Ron envolver la suya, lo miró a los ojos y se contemplaron.

Cerca a la casa de los gritos la escena era muy distinta, los chicos tendieron una manta sobre la hierba y estaban detrás de unos arbustos, Harry besaba con pasión a su novia, Ginny sabía perfectamente que dentro de poco Harry partiría para encontrar a Voldemort, posiblemente no regresaría de esa batalla, de solo pensarlo a Ginny se le desgarraba el alma, por lo tanto había decidido aprovechar cada minuto que tenía para estar con él.