Capítulo 37: "Los miedos de Alex."

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El ambiente se puso tan pesado en el lugar, que no sé en qué momento exactamente empecé a contener el aliento. Mi hermana llevó una de sus manos a su boca soltando un pequeño susurro, el cual no logré entender. Aún nos encontrábamos mirando la escena, atónitas sin poder reaccionar, Alex soltó a Jay quien cayó unos centímetros al piso y mejoró su respiración sobando su cuello.

—Alex yo... Debí decírtelo antes, pero las cosas no se dieron y sinceramente no supe cómo hacerlas dar —trató de explicar Jay mientras se acercaba a él.

—Cállate, cállate y vete de mi casa —interrumpió sin siquiera mirarlo.

—Hermano yo...

— ¿¡Hermano?! ¿¡Te atreves a llamarme así, imbécil?! Eres un pedazo de basura, te metiste a mi casa para quererte meter con mi hermana. ¡Es una niña, enfermo!

—Alex detente —exigí antes de que siguiera empeorando la situación—. Debes dejar que te explique, es Jay, no puedes referirte así de él.

— ¿Pero él si puede cogerse a mi hermana? —dijo mirándome con repudio—Espera... ¿Lo sabías? Lo sabías y estabas encubriéndolos de mí.

—Creí que era lo mejor, sólo mira como te has puesto, ellos se aman y deben vivirlo, Alex.

— ¿Se aman? Por Dios, Kate es una niña ¿qué puede saber ella de amor? —hablaba con el tono elevado aún provocando que todos gritáramos.

—Pues apuesto que sabe más que tú —respondió Jay.

— ¡No te atrevas a siquiera hablarme! —gritó hacia él.

— ¡Alex no puedes decidir en la vida de Kate, déjala en paz! No estás cuidándola, estas encerrándola en tu maldita y estúpida burbuja donde crees que estará a salvo del mundo en el que vive.

— ¿De qué hablas? Carol por favor, ¡tiene quince miserables años, no sabe nada del amor, no sabe nada de vivir, no sabe absolutamente nada, es un escuincle!

— ¡BASTA! —se escuchó el fuerte grito en el comedor, ese fue el límite de mi hermana— ¡Dejen de discutir como si yo no estuviera presente! Sé mucho de lo que es amar, porque me han amado como no creí que fuese posible, quizá no tenga la idea de vida que tienes tú y prefiero no tenerla, ¿Qué ejemplo puedo seguir de ti? ¿Follar con el primer idiota que se me cruce para luego arruinar mi vida por un hijo no deseado y tener que fingir que mágicamente me enamore de él?

— ¡Kate! —la detuve demasiado tarde, el veneno ya había salido de sus palabras directo al corazón de Alex.

— ¿¡Qué!? —devolvió el grito con más fuerza aún— ¡Creí que lo entendería! Mil veces Jay me negó la posibilidad de estar juntos por ti —apuntó el pecho de Alex con su dedo índice mientras él la contemplaba decirle todas esas cosas que lo herían—. Yo creí que serías capaz de entender que quizá ya no soy tan niña como me ves, entiendo que él sea mayor para mí, pero me ama y yo a él ¿cuál es tu maldito problema con eso?

—No quiero que te lastimen —respondió en un susurro casi audible bajando su cabeza—. Nunca hemos tenido quien nos proteja, me convertí en su protector pero no pude cuidar a Carol, ella sufrió tanto porque la dejamos sola y no me lo voy a perdonar jamás. Ustedes son lo mejor de mí, ustedes y ese hijo "no deseado" como acabas de llamarle, sí, no lo deseé, pero ahora que lo tengo no me imagino que sería de mí si él no estuviera conmigo. No finjo haberme enamorado de Ash, quizá fue a destiempo, pero realmente me pasó. No quiero verte sufrir, jamás. Aún eres la única a quien no he abandonado, Carol, Ash, Axel... Todas las personas que realmente me importan las he dejado solas y no quiero hacerte lo mismo, Kate —Alex hablaba mirando el suelo sin animarse a levantar el rostro, sus palabras provocaron un nudo en mi garganta, nunca supe que él se sentía culpable de lo que pasó conmigo—. Quiero protegerte como no supe hacerlo con Carol y terminó atada a una cama por meses, quiero velar por ti como no supe hacerlo durante los nueve meses de embarazo de Ash, quiero compartir contigo como no lo hice el primer año de vida de mi hijo.

Infiltrada [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora