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—Lo siento mucho amor, te prometo que no volverá a pasar—

—Si, claro... ¿Cuántas veces he escuchado eso de ti?— Sentía ganas de llorar, pero esto había ocurrido tantas veces que sencillamente no lo hice. No porque no quisiera, si no, porque ya no me importaba.

—Fue un error, no se como paso—

—Jódete.—

—No me hables así, sabes bien que me necesitas.—

—No te necesito, no eres necesario en mi vida, sólo haces daño. Esto se acabó, vete con esas perras tuyas, quizás ahora tienen más interés en ti estando soltero.—

—No puedes hacerme esto— replicó, pero al notar mi indiferencia, sus palabras cambiaron.—Te quedarás sola. Suerte tratando de encontrar alguien que quiera hablar contigo en una nueva escuela. Nadie lo hará, soy el único imbécil que te soporta.—

—Vete a la mierda.—

Y así es como tomé una de las mejores decisiones de mi vida. Si, quizás este un poco sola en mi nueva escuela, soy algo tímida, lo sé, pero aún tengo algunos amigos que también estarán allí. Ahora todo será mejor sin este imbécil.

Encontraré alguien mejor, que no me engañe con la primera chica que se le atraviese.

******

6 AM de la mañana siguiente

Hoy es mi primer día de clases en una nueva escuela, estoy muy nerviosa. Espero que tenga en mi mismo salón a alguien que ya conozco, para tener a alguien con quien hablar y que pueda ayudarme a ser parte de un grupo.

Mi ex tenía razón. Y es que si, le tengo un poco de miedo a la soledad. Bastante, creo...

Me puse mi uniforme y cepille mi cabello un poco. Tomé algo para desayunar mientras le enviaba mensajes a algunos amigos que ya habían llegado allí. Mi mejor amigo quedo en el aula B, mientras que mi mejor amiga en el A. Espero ir en el B, después de todo, mi amigo me ayudará a socializar, mientras que mi mejor amiga quizá se vaya ella sola a hablar con el primer chico lindo que vea. De todos modos la amo así.

Tome mi mochila y comencé a caminar a la escuela, la verdad, esta no quedaba tan lejos de mi casa.

Solo al llegar a la entrada, ya estaba muy nerviosa. Habían muchísimas personas afuera de la escuela y eso me hizo sentirme un poco aterrorizada.

Después de respirar hondo di unos dos pasos para entrar a la escuela y entonces sentí un gran empujón y alguien que gritaba: "BUUUHH!!"
Era mi mejor amigo, me di media vuelta y este me abrazó muy fuerte.

— ¡Te extrañaba mucho Abby!— dijo mientras hacia un puchero.

— ¡Yo también a ti Matt! espero que vayamos en el mismo salón—reí.

—Yo también, no quiero estar solito— dijo mientras fingía un llanto y hacía pucheros.

—Ya, ¡entremos!.—

—Bueno — dejó su teatro y me siguió.

Al entrar, vimos todo realmente lleno. Solo me concentré en ir a ver las hojas que estaban colgadas en un muro, en el cual debía estar escrito cual era mi salón, y el del resto, obviamente. Lamentablemente no era el de mi amigo. Ambos nos desanimamos un poco pero me tocó en "A" por lo cual al menos podría poner mis esperanzas en mi amiga.

Matt y yo comenzamos a recorrer un poco la escuela, habíamos llegado bastante temprano y queríamos estar un rato más juntos hablando de las vacaciones antes de entrar a las aburridas clases.

CRUSH | Tyler JosephDonde viven las historias. Descúbrelo ahora