Amor Vampiro® (Zailene)

✔Prólogo✔

NARRA MIKELA

Me llamo Mikela Lenar SanAnderson, nací el 5 de mayo de 1835 en un pequeño pueblo de Holanda, en Silena. Ahora ya no existe pero antaño era un lugar hermoso y lleno de paz, con estanques de agua cristalina.

Todos me dicen Mikel pero mis hermanos mayores, Grayer y Kyle me llaman Lenar cuando quieren hacerme rabiar, somos los hijos del líder del pueblo. Por lo que esperan mucho de nosotros, mi hermano Grayer, el mayor será quien ocupe el liderazgo cuando mi padre no pueda y yo y Kyle seremos los segundos al mando.

Es por esa razón que recibimos entrenamiento de combate, para poder proteger el pueblo si resultase necesario pero hasta ahora no ha hecho falta, aunque nunca se sabe.

Sobre como soy no hay mucho que decir, salvo que herede de mi padre el mal genio y que soy la única chica con la que ningún hombre se mete, saben que mi padre los machacaría pero además se defenderme y pelear si tratasen de hacerme daño.

Antes de que se olvide nací con una particularidad, mis ojos cambian de color por las noches, se vuelven lilas por lo que llaman la atención pero a los seis años aprendí a caminar sin necesidad de ver, sin tener que valerme de los ojos.

Cuando descubrimos esto mis padres creyeron que estaba enferma, nunca a nadie le había pasado algo así pero cuando vieron que no lo era creyeron que esto era una señal divina de mal presagio y me llevaron con un antiguo maestro místico que había sido repudiado por los nuestros porque creían que estaba maldito, ya que utilizaba artes oscuras para ver más allá de la muerte.

Estuve viviendo con él hasta los 18 años y durante ese tiempo me enseñó que no es necesaria la vista para caminar. Cuando se nos priva de un sentido los demás se agudizan y así aprendí a moverme de noche con los ojos cerrados, hasta que pude hacerlo mi maestro, Derran me ponía una venda y me decía que escuchase lo que había a mi alrededor, que sintiera mi entorno y que así podría ver con el alma. De esa forma cada día me conectaba a lo que me rodeaba, a cada ser vivo, cada rincón y ahora estoy más unida a la naturaleza.

Nada más cumplí la mayoría de edad me permitieron regresar al pueblo con mi familia y debido a mi particularidad se me concedió el rango de capitana de la guardia. Me concedieron ese privilegio porque puedo manejarme de noche sin necesidad de ver y si alguien nos ataca puedo guiarlos, eso nos da una gran ventaja frente al enemigo.

Hemos estado en paz desde que tengo memoria, somos un pueblo pacífico donde nos cuidamos los unos a los otros, lleno de naturaleza. Vivimos de lo que nos da la tierra y valoramos lo que cosechamos porque es nuestro esfuerzo el que hace que tengamos comida. Cualquiera podría decir que Silena es un pueblo tranquilo, con estanques de agua cristalinas y casas de gente humilde, incluso mi familia lo es.

La casa de mi familia es la más grande de todo el pueblo pero esto es así porque aquí es donde nos reunimos todos los habitantes para tratar temas importantes. Se ubica en el centro del pueblo para que sea más fácil de identificar, así si viene algún forastero sabe que esa es la casa del líder y su familia.

Los tres últimos años de mi vida los pase con mi familia biológica a la que quiero pero a quien siempre consideraré un padre es a mi maestro Derran, él me crio desde que tenía 4 años hasta que alcance la mayoría de edad, por sus enseñanzas soy como soy, no culpo a mis padres de dejarme a su cuidado pero si me hubiera gustado que ellos me criaran como hicieron con mis hermanos. Ellos hicieron lo que creyeron mejor para mi, aunque también para su reputación y por eso me separaron de su lado, sin embargo no siento rencor porque Derran me dio todo su amor y cariño. Una vez me contó que intento tener hijo pero no pudo y por eso cuando mis padres me dejaron con él me dio todo el amor que no había podido dar a ese pequeño si hubiese nacido. Cierto que maneja magia negra para ver más allá de la muerte pero no es una mala persona, solo busca ayudar a aquellos que lo necesitan, aunque nunca nadie se lo ha permitido porque le tienen por loco.