Las cosas nunca terminan como uno espera

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La luna estaba en su cenit, Víctor corpus recogían los juguetes de su hija, esperaba a que Billy llegara a casa para oír una de sus grandes historias, hace casi una semana que no lo veía, el siempre enfrentándose al peligro mientras él y su hija le esperaban en casa. Nunca espero que las cosas fueran así; él casado con un hombre tan complicado, pero inteligente y gracias a dios ya no tenía esa psicosis que se cargaba de joven. Víctor había ayudado a cambiarlo y a volverlo mas centrado

Había dibujos regados por todo el suelo, dibujos de caballos y leones y una vaca, los iba recogiendo cuando miró un dibujo de él, Billy y Susi su hija, según Susi le había dicho que la maestra había pedido que dibujaran a su familia y escribir a lo que se dedicaban sus papas

Víctor tomó el dibujo que decía: papa investiga cosas para ayudar a atrapar a los malos, pero eso es un secreto Y papi trabaja desde la casa en la bolsa– esto último estaba mal escrito

Ordeno los dibujos, lo que estaba tirado y después llevó a su hija a la cama

Ahora veía todo y le daba gracia; jamás pensó que terminaría así, su cuerpo estaba helado a comparación del de Billy.. Él no estaba vivo a comparación de Billy y su hija, él era un vampiro, pero se sentía vivo gracias a ellos. De niños Al principio Billy le había odiado, pero después se hicieron amigos gracias a que Víctor le ocultó la verdad, y cuando Billy se enteró de que había acertado en sus conjeturas dejaron de hablarse. Víctor creyó que su amistad se terminaría, sin embargo, al tiempo Billy le buscó preguntándole si en realidad era un ser maligno de otro mundo o era el Víctor que había conocido. La respuesta era obvia, esa misma tarde se besaron y las cosas no volvieron a ser las mismas, se gustaban, no había remedio

Víctor no pudo evitar reírse de toda esa ironía ¡pero si Billy al principio lo odiaba! Y ahora estaban casados y con una hija pequeña

Entonces oyó como un carro se estacionaba en la cochera, era él, no había duda, y oyó el ruido de la puerta abriéndose. Víctor fue a su encuentro.

– ¿Que caso interesante me traes hoy?– dijo Víctor a ese hombre bien parecido que estaba en el umbral de su puerta

Había pasado más de una semana así que no lo pensó mucho, fue a sus brazos y estos le rodearon, después Víctor miró a los ojos de su pareja y se besaron, ese beso estaba lleno de nostalgia, y calidez, si en definitiva nunca esperó que las cosas terminaran así

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Las cosas nunca terminan como uno esperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora