El último baile

Parte Única.

La música hace gala en la casa de él, le encanta Bach, y junto a ella baila.

Dos pequeños pasos a la izquierda, otros dos a la derecha y girando. El arte de la fuga emociona a sus oídos, y le hace sentir la piel erizada tomando con fuerza la cintura de la amada, él domina aquella hermosa melodía. El elegante hombre le habla con whisky en su aliento, le gusta escocés en las rocas y en estos días ha bebido más de lo que es su costumbre. Le cuenta, mientras la música de Bach mueve con gracia sus pies, los deseos que su corazón posee de vivir junto a ella; junta sus frentes y cierra los ojos, mientras baila desea sentirla, escuchar la respiración de su bella mujer. Recuerda a los dos caminar de la mano en la noche, disfrutar del arte de una orquesta o cantar las baladas más románticas como el más famoso dúo. Es impresionante lo que puede con su mente lograr con un simple baile y la música adecuada. Sus ojos siguen cerrados, y desde el corazón él la mira, le conversa sobre el amor que su alma guarda por ella. Le canta, le habla y sonríe.
El alcohol ha hecho que sus pies se muevan con torpeza, mas parece no notarlo. Los pequeños pasos son tan grandes y sin embargo no le importa, porque no se da cuenta, tan solo se ve unido al cuerpo que adora, danzante repleto de sensualidad, siendo feliz.
A aquella casa la ha invadido la soledad, las paredes guardan tantos recuerdos, pero él baila con ella. El escocés pronto se le agotará.
El elegante hombre le habla, pero ella no responde.
Mueve sus brazos, abrazando con la delicadeza que la ocasión requiere a quien ha sido llevada por el viento, respirando su mismo aire en aquel sitio que se ha hecho pequeño. Él la observa y no la siente, porque los ojos del corazón jamás olvidan. Suena aún su música más preciada, es ahora un hermoso tesoro para su vida, un regalo por parte de su amada.
Que continúe el arte de Bach, que el fuerte volumen no le permita concentrarse en la realidad, que dure por siempre aquel whisky.
Dos pasos, tal vez uno, y no importa la dirección. Él se mueve perfectamente danzando con ella.