Capitulo único

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"El show de talentos"

Jihoon estaba ansioso, demasiado. Sentía sus manos comenzar a temblar y sus piernas flaquear.

No podría salir al escenario así, mucho menos hacer su presentación frente a toda la escuela. Por primera vez en mucho tiempo, Jihoon no se sentía capaz.

Todo por lo que había luchado se veía nublado por su incapacidad de controlarse a sí mismo. Era increíble cómo no podía manejar su propio cuerpo a voluntad. Maldecía en voz baja a todo lo que viera y recitaba su, ya amplio, catálogo de groserías que a pesar de tener solo quince años ya tenía bien desarrollado.

Tomó su guitarra de cerca de una esquina en la gran sala que les habían proporcionado para guardar sus cosas.

Jihoon participaba del show anual de talentos en su secundaria. Era su último año cursando en esa escuela y, por tanto, su última oportunidad para ganar el primer lugar y callarle la boca a Choi Seungcheol.

Sinceramente, esa era la única razón para meterse en tantos líos: quería dejar con la boca abierta a su amigo y ganar la apuesta que habían pactado dos meses antes, cuando salieron las convocatorias al concurso.

—Deberías inscribirte —dijo Seungcheol al más bajito quien lo miró confundido—. Eres bueno cantando, seguro ganarías.

Alzó los hombros y siguió caminando, dejando atrás a Jihoon frente al cartel en la pared.

—¿Cuando me has oído cantar? —cuestionó el menor.

—Eh... Digamos que las veces que me he quedado en tu casa... —Jihoon asintió—. Digamos que una vez la puerta de tu baño se abrió un poco mientras te duchabas.

La mirada mortal de Jihoon era casi incomprensible para el mayor.

—Como sea. Pienso que podrías ganar el concurso.

El castaño rodó los ojos.

—No lo creo —dijo sin emoción.

—¿Por qué?

—Porque, en primera, no participaré; y en segunda, es un show de talentos y yo no tengo ningún talento. Además, pienso que esos eventos son como los programas de TV que explotan a la gente por buscar un poco de entretenimiento —argumentó Jihoon.

Seungcheol bufó. No podía creer la modestia del menor.

—¡Claro que no! Son programas para reconocer el talento oculto y menospreciado de la gente común que, como tú, no se valoran tanto como deberían.

Seungcheol se colocó frente a Jihoon y lo tomó de los hombros para centrar su atención el uno en el otro.

—Tonterias.

—Jihoon, eres la persona más dulce y a la vez arrogante que he conocido. Eres inteligente, modesto, amable, comprensivo y un buen amigo —recitó Cheol—. También tienes la voz más hermosa que he escuchado nunca. Podrías ganarles a todos en esta escuela con los ojos vendados.

—Te apuesto a que no podría...

—Bien, apostemos —sonrió con malicia.

—¿Qué?

—Apostemos. Concursarás en el show de talentos y, si ganas el primer lugar querrá decir que tengo razón. Si no ganas, podrás pedirme lo que quieras.

Seungcheol explicó su improvisado plan y Jihoon pareció meditarlo.

—¿Lo que quiera? —El pelinegro asintió—. ¿Y dejaras de insistir en que no tengo dignidad propia?

Sing... || JicheolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora