- Hola, Stiles. - saludó Isaac con una sonrisa.
- Hola, Isaac. ¿Cómo estás?. - Stiles sonrió y se apoyó en la barra.
- Muy bien, ¿y tú?
- Bien también. Oye, me gustaría preguntarte algo.
- Claro, puedes preguntar lo que sea. - Isaac se acomodó los lentes casi en un reflejo involuntario, Stiles se sentó en el banquillo al lado de él.
- ¿Cómo supiste que te gustaba Scott? - Isaac casi escupió su bebida.
- ¿D-de qué hablas, Stiles? - el de rulos trató de fingir indiferencia y le dio otro sorbo a la cerveza.
- Oh vamos, es más que obvio que estás perdidamente enamorado de Scott, se te nota a diez mil kilómetros. - Isaac trató de ocultar su rubor detrás del vaso. - Pero no me molesta, tranquilo, para mí es perfectamente normal.
- Rayos. - Isaac dejó caer su cabeza contra la barra y Stiles soltó una carcajada. - Pensé que no se me notaba.
- Se te cae la baba cuando pasa frente a la biblioteca, creo que tarde o temprano alguien lo notaría. - Isaac lo fulminó con la mirada.
- Bueno, ¿cuál era la pregunta? - ahora fue Stiles el que casi se atragantó con su cerveza, arrancándole a Isaac una carcajada.
- ¿Cómo supiste que Scott te gustaba... en la forma de "más que amigos"? - Isaac levantó la cabeza y miró pensativo a su amigo.
- No creo que haya sido cómo, sino cuándo. No podía explicarme porque no podía apartar la mirada de él, o porque sentía un vuelco en el estómago cada vez que sonreía, o el latido que mi corazón se saltaba cuando me saludaba. - Stiles se apoyó en un codo, mirando a su amigo como quien mira a un hombre viejo y sabio. - Fue de golpe, de un segundo a otro me di cuenta. Y con el tiempo fui mandando al diablo todo lo que dicen sobre los homosexuales, que se irán al infierno y bla bla bla. Estupideces. Sinceramente creo que al final todos seremos juzgados por el valor de nuestros corazones.
- Wow... - Stiles se quedó pensando en lo que había dicho Isaac, mirando a la nada.
- Pero dime, ¿a qué viene esa pregunta? ¿Acaso te gusta alguien sin la v allá abajo? - Isaac preguntó risueño.
- No lo sé, creo que... No lo sé. - se lamentó Stiles y dio un gran sorbo a la cerveza, la música ya había empezado a sonar en la taberna, más no era más fuerte que las risas y los gritos de hombres y mujeres divirtiéndose.
- Te darás cuenta cuando llegue el momento, cuando tengas suficientes pistas tal vez llegues a una conclusión. - Isaac le dio un último sorbo a su bebida y dejó la taza vacía sobre la barra, y dejó unas monedas al lado. - Yo me voy, Stiles. Háblale bien de mí a Scott, nos vemos luego.
- Hasta luego, Isaac. - su amigo salió por la puerta de la taberna y se perdió en la oscuridad de la noche.
Stiles se dispuso a irse también pero la voz de uno de los hombres en la taberna lo detuvo.
- ¡Hey, Stiles, cántanos algo! - todos alrededor gritaron para apoyar al que había hablado y chocaron sus vasos. - ¡Una canción y tu cerveza corre por nuestra cuenta, chico!
- Sólo una. - Stiles sonrió y todos volvieron a gritar.
•~•~•~•
- ¿Te creíste lo de "sólo una"? - Noah miró a su hijo tratando de no reír.
- Sorprendentemente sí. - su padre estalló en risas y Stiles rodó los ojos. - Me voy dormir.
- De acuerdo, hijo. Yo me voy ahora, regresaré en cuatro días, si las señoras piden vestidos diles que te dejen su pedido si quieren, aunque yo regresaré hasta en una semana. - Stiles asintió y abrazó a su padre.
- Nos vemos, padre.
- Nos vemos, Stiles. - su padre salió por la puerta y Stiles se quedó en el umbral, viendo cómo se subía a la carrera y tomaba las riendas de la yegua. - ¡Cuídate!
- ¡Claro! - su padre avanzó por el camino de tierra con sólo su pequeña lámpara alumbrando el camino y se perdió lentamente en la noche. Stiles esperó hasta que hubo un silencio total y volvió a entrar a la casa, asegurándose de cerrar bien las puertas y ventanas.
Se puso el pijama y se fue a la cama sin cenar, estaba tan cansado que pudo haber dormido con ropa sin sentirse incómodo. Ya una vez envuelto cual bebé recién nacido en sus sábanas, comenzó a quedarse dormido, tarareando en su mente una canción que pensaba escribir en cuanto despertara.
Un ruido seco y fuerte resonó en la casa, Stiles se levantó tan súbitamente que se cayó de la cama y se golpeó la espinilla contra la silla al lado de su cama.
- Mierda. - susurró mientras se frotaba la pierna y el ruido volvió a sonar.
Con un mal presentimiento se acercó a la puerta principal, tratando de que sus pies no resonaron en la madera, sin éxito. Estaba a punto de preguntar quién era cuando una voz conocida habló del otro lado.
- Stiles, puedo olerte ahí dentro, ábreme. - Stiles no lo pensó dos veces y abrió la puerta.
- ¿¡Derek!? ¿¡Qué te pasó!? - Stiles agradeció que su casa estuviera más alejada de las demás y cerca del bosque, pues su voz habría despertado a los vecinos y eso no hubiera sido conveniente por el estado de Derek.
La camisa del moreno estaba manchada de sangre, con cortes por todos lados convirtiéndola en un trapo harapiento, tenía la ceja y el labio partidos, y de la nariz le goteaba sangre. Eso más que estaba empapado en sudor, con las piernas temblando y los brazos luchando por aferrarse a la madera de la casa, impactó totalmente a Stiles, y le causó una sensación de dolor emocional terrible.
Pista uno.
Creyó escuchar la voz de Isaac canturrear en su cabeza pero la apartó rápidamente.
- Por Dios, pasa, rápido. - Derek entró tambaleándose. Stiles cerró la puerta y casi arrastró al hombre hasta su cama, donde se despatarró boca arriba, respirando con dificultad. Stiles tardó segundos en traer todas las hierbas medicinales y las vendas que guardaba su padre. - Cuando termine de vendarte vas a explicarme esto.
- Claro.
YOU ARE READING
The boy in the red cape [sterek] {Superwolf}
FanfictionBeacon Hills siempre fue un pueblo lleno de peligros, y Stiles Stilinski lo sabía más que nadie. Su padre le pedía incontables veces que tuviera cuidado cuando caminara por el bosque, pues se decía ninguno que se hubiera topado con lo que ahí habita...