Prólogo

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“Nunca creeré que Dios juega a los dados con el mundo.”

Albert Einstein

En una noche lluviosa, dos mujeres, ingresan a emergencias, para dar a luz, y ambas son atendidas en la misma sala de parto.


-¡Señoras, tienen que poner de su parte, ya falta poco!-Dijo el doctor, mientras las señoras gritaban por el dolor.


Ellas muy asustadas, ya que no, habían tenido un embarazo sencillo, pero ahí estaban, apunto de conocer a sus hijas.

Después de unas horas

-Uno, Dos y.... tres...¡ Son dos niñas, Felicitaciones a las dos !-Dijeron la enfermera y los médicos.

-Quiero ver a mi hija-dijeron las madres al unísono.

-Te llamarás Abigail-dijo la señora Elisa- Desde hoy serás mi alegría y mi motor para impulsarme a seguir adelante, yo seré tu madre y padre, mi princesa yo cuidaré de ti siempre... No dejaré que nada te falte.

-Mi bebé hermosa, mi Daniela-Dijo la señora Marilyn- Eres un regalo que Dios nos envió a mi y a tu padre, los dos te amamos con todo nuestro corazón y te hemos estado esperando por tanto tiempo.


-Bueno señoras lamento interrumpirlas, pero debo llevarme a las niñas para su limpieza y para que ustedes puedan descansar...

-Esta bien... gracias-dijeron y se quedaron solas en la habitación- ¿vives cerca de este hospital?- pregunto Elisa.

-No, digamos que vivo un poco lejos, pero me han dicho muy buenos comentarios de su personal de salud, y ¿tú?

-Yo también, vivo un poco lejos, pero mi esposo ya debe estar viniendo, para conocer a la bebé, y llevarme apenas me den de alta, no pensaba dar a luz aquí, teníamos la reserva en una clínica privada para una cesárea, pero se me adelantó y la clínica nos queda aún más lejos.

-Tienes mucha suerte de tener a alguien, que venga y te apoye... Yo creo que el parto natural fue lo mejor para ti y tú bebé, en fin debemos descansar, buenas noches.

-Si, la experiencia es hermosa y dolorosa (Ríe) Buenas noches...

-Por cierto ¿Cómo se llama Ud.?

-Marilyn Santisteban... y Ud.?

-Elisa Johnson... que descanses...

Después de unas horas

-Señora Elisa... ¿Esta despierta?

-Si, ¿Necesita algo?

-Siento mucho dolor, por favor, llame a la enfermera, no me siento bien...

-¡Enfermera!- Grito Elisa pidiendo ayuda.

-¿Qué ocurre señoras?-Dijo la enfermera severamente.

-Yo le pedí que la llame, me siento mal, tengo un dolor en el vientre... ¡Ahhh!-Gritó Marilyn.

-La llevaremos a revisar a otra sala urgente.-Dijo la enfermera, llamando al doctor desde la puerta.

Trasladaron a la señora Marilyn, fuera de la habitación para que sea examinada y verificar a que se debía el dolor tan intenso.

-Adiós Marilyn, se fuerte...-Dijo su compañera de cuarto, observando como salía de la habitación.

-Gracias Elisa...-Respondió exhausta.


Abigail y Daniela, dos pequeñas bebes recién llegadas al mundo, ambas en camitas separadas, pero una al costado de la otra...

Cuando una reía la otra lloraba, y así estuvieron durante ese momento, en él hospital juntas, hasta que cada una se fue con su madre, a sus diferentes y respectivas familias, vidas y hogares.

Las vidas de Abigail y Daniela iban a ser muy diferentes, ¿Algún día se volverán a encontrar?, ¿Sabrán lo que pasó esta noche ?, ¿Qué clase de vida tendrán?, Sólo con el tiempo se sabrá.

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