Me encontraba sentada en las escaleras al frente de la puerta del A.S.C (Avril Special Clinic). Y ya no pensaba lo mismo. La verdad es que al salir del edificio no estaba tan segura si quería irme o si realmente estaba preparada para comenzar a vivir de manera "normal".
Esperaba mi taxy que estaba supuesto a recogerme a eso de las 8:15 am, pero ya eran las cuarto para las 9 y mi taxy aún no llegaba.
Me dediqué a observar todo lo que por 5 años solo veía a través de mi ventana. Era irónico como antes de ser internada me sentía tan segura de lo que había aquí afuera, deseando tanto poder salir. Y ahora, temerosa a lo que puedo encontrarme preferiría devolverme. Volver a ese rincón en la ventana de mi habitación y contar los autos que pasan y las veces que aquella señora pasaba trotando cada mañana. Imaginaba ser ella, sintiendo la brisa dar en mi cara mientras mi corazón latía y el sudor recorría mi cuerpo con cada milla, al igual que ella. Pero ahora...ahora quisiera ser aquella Tracy de la habitación 115 que observaba a través de su ventana sin riesgo a enfrentarse al mundo real.
Interrumpiendo mis pensamientos llega el taxy y se detiene justo delante de la ascera. Tomé mi maleta del suelo y me dirigí a la puerta del auto. Mi respiración comenzaba a tornarse rápida. En pocos segundos empezaría a interactuar con un completo extraño luego de 5 años internada.
¿Qué le diría?
¿De qué hablaríamos en el camino?
¿Pensará que estoy desequilibrada? ¿Notará mi nerviosismo?Miles de interrogantes recorrían mi mente segundos antes de poner siquiera mi mano en la puerta.
Respiro profundo y procedo a abrirla y para mi sorpresa en ese preciso momento veo que el sujeto que dirigía el taxy se da vuelta sonriente-Buenos Días, supongo que debes ser Tracy. Mi nombre es Rick.
(Hizo una pausa esperando una respuesta, una reacción, pero la verdad es que no la tenía)
-Tu hermana me envió a recogerte y se tomó la molestia de explicarme quien eras para que te sintieras cómoda en el camino a su casa. Me explicó que llevas unos cuantos años internada en el A.S.C y que no quería crear un ambiente incómodo para tí. Pensó que si te conocía un poco más lograrías tener un poco de más comodidad
(Mi mente no lograba procesar tanta información procediendo de un extraño a la vez. Pero al momento de decir que mi hermana lo había enviado a recogerme, y no tan solo eso sino que le contó quien era y de donde acababa de salir, solo me limité a decir...)
-Ah, mn
Rick- Bueno pues nada. Siéntete cómoda que tenemos un viaje que recorrer por una hora y media.
(Tras que no pudo venir por mí por una supuesta reunion de la agencia en que trabaja, le dibulga a un extraño la mitad de mi maldita vida. Sujeto que estaría conmigo toda una hora y media. Podía haber estado internada, pero no era tan estúpida como para olvidar que el mundo no gira en torno a personas buenas y bondadosas. Pero...esa era Karen, mi hermana mayor)
-Claro...
Pasaron solo 3 minutos desde aquella corta conversación, si es que eso lograba ser una. Un silencio incómodo se apoderó del auto. No sabía que hacer. Ni siquiera sabía hacia donde ver. Si hacia la ventana de mi costado, o hacia adelante.
Ricky- ¿Y que música te gusta? o ¿qué quieres oir?
(me preguntaba mientras ensendía el radio en busca de alguna canción)La verdad que desde mi larga estadía en la clínica no recordaba bien ni ponía importancia a que música estaba siendo la más sonada. Me encantaban los Beatles, pero no era capaz de responderle que mi banda favorita era de la época de los 60 y que la mitad de ellos ya habían fallecido.
-Pues...cualquiera estará bien
Rick -Mmm bueno
Fue la hora y media más larga y extraña de mi vida. En el camino el tal Rick no paraba de hablar cosas sin sentido en busca de un tema.
No se daba cuenta que yo era la persona menos indicada. Acababa de salir de una clínica de salud mental. No hablaba con extraños "normales" hace 5 años, y llega este sujeto a contarme que su perro llamado Spike dos semana atrás se comió tres calcetines, que su tía Doroti era experta haciendo pasteles pero que tenía un carácter asqueroso, y que tenía demasiada mala suerte en el poker y más tonteras como esas.
Al fín el taxy se detuvo.
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TRACY
Teen FictionYa no veía la hora de salir de ese asqueroso lugar en donde cada pasillo no hacía más que recordarme mi problema. O debería decir, mi pasado problema. Pero como parte de mi tratamiento la verdad es que me hace sentir que puedo resguardarme en algo c...