¿Dónde Está Mi Papi?©

Capítulo 3: Reencuentro. Parte 2.

Al regresar a la casa, le di una ducha a Luc y luego se durmió. Yo me quedé viendo televisión porque no tenía nada más que hacer. Mis padres no estaban.

Mientras veía la televisión, alguien tocó la puerta y fui a abrir. Me quedé de piedra cuando vi a Mia de pie, mirándome seriamente.

—Mia. —Susurré.

—Hola, Layla. —Dijo con voz demasiado calmada—. Entonces te vas sin avisar y llegas como si nada. ¿No pensabas llamarme, siquiera? —Dijo tratando de controlar su enojo y parecer normal, pero la conozco y sé que en este momento quiere matarme.

—Yo... —No supe que más decir.

—Eres una pésima amiga, lo sabes ¿No? —Preguntó.

—Yo lo siento, pero tuve que irme. —Dije. —Necesitaba alejarme de aquí. —Murmuré.

— ¿Por qué? —Preguntó, yo no dije nada. — ¿Fue porque te grité por teléfono? Yo no quise hacerlo, simplemente tenía la regla y estaba enojada. —Dijo y yo Sonreí.

—No fue por eso, tú no tienes nada que ver. —Dije. —Perdóname por irme así, por favor. —Le pedí.

—Te mereces que ni te hable, ni te perdone. —Dijo y yo quería llorar. —Pero eres mi mejor amiga y te he extrañado demasiado. —Dijo y me abrazó.

— ¿Eso quiere decir que me perdonas? —Pregunté mientras la abrazaba.

—Sí. —Dijo, después cerré la puerta y caminamos hasta la sala, donde nos pusimos a hablar.

— ¿Cómo supiste que estaba aquí? —Le pregunté después de un rato hablando.

—Landon me dijo que se encontraron en el parque. —Respondió.

—Ah. —Murmuré.

—Él también me dijo otra cosa. —Dijo.

— ¿Qué cosa? —Pregunté ansiosa.

—Dijo algo sobre un niño. —Dijo—. Él dijo que tú tenías un hijo. —Habló lentamente como si aún no creyera lo que le dijo Landon. — ¿Es cierto? —Preguntó.

—Sí. —Susurré. Su cara de sorpresa fue peor que la de Landon.

— ¿Un niño? ¿Tu? ¿Tan joven? —Ella estaba en shock.

—Sí. —Dije.

— ¿Dónde está? —Preguntó.

—Está durmiendo en mi habitación. —Respondí.

— ¿Puedo verlo? —Me puse pálida, puede que yo haya engañado a Landon—porque de por sí él es algo tonto— pero Mia no era igual, ella me iba descubrir. — ¿Layla? —Su voz me sacó del trance en el que estaba.

—S... Sí, claro. Sígueme. —Dije, ¡Dios ayúdame!

Subimos hasta mi habitación y ahí en la cama estaba mi hijo dormido. Se veía tan tierno.

—Es lindo. —Dijo Mia. —Si él tuviera mi edad, no lo dejaría escapar. —Dijo y reí, si ella supiera que es su tía.

—Mami, ¿Y papi donde ta'? —Preguntó Luc en sueños. Mia lo miró y luego a mí.

— ¿Y su papá? —Preguntó.

—No se quiso hacer cargo. —Respondí, no quería mentirle, pero no había de otra. Ella lo miró triste.

—Que maldito. —Dijo, ahora enojada. — ¿Cómo se llama? —Preguntó.

— ¿Su papá? —Pregunté.

—El niño. —respondió.

—Damián. —Contesté, ella me miró.

— ¿Cómo tu abuelo? —Preguntó, yo asentí. —Es un niño hermoso. —Dijo y en ese momento su celular sonó. —Es un mensaje, dice Landon que dijo mamá que vaya a la casa, que quiere decirme algo. —Dijo.

—Ok. —Dije.

—Bueno, me tengo que ir. —Dijo. —Me gustó verte, espero que no te vuelvas a ir. —Me abrazó.

—Adiós y descuida, no me iré. —Dije, bajamos a la sala y la acompañé hasta la puerta. Nos abrazamos otra vez y luego se fue.

Una semana después.

―Hola, Estoy aquí por el trabajo de mesera. ―Le dije a la chica que estaba guardando dinero en la caja registradora.

―Lo siento, pero esta mañana encontramos a una chica para ese puesto. ―Respondió ella.

‹‹Y si ya encontraron a una por qué no quitan el anuncio de la puerta, ¡Joder!›› Quise decirle, pero me contuve y le sonreí a modo de despedida. Luego Salí del local.

Estaba cansada, llevaba toda la mañana y la mitad de la tarde buscando empleo. No había encontrado nada de nada y ya empezaba a extrañar a mi pequeño, que se quedó en casa con mi madre. La cual me había dicho que no tenía que buscar trabajo, que podía seguir viviendo con ellos. Yo no acepté. No me parece correcto vivir allí sin hacer nada y dejar que mis padres me mantengan. Planeo conseguir trabajo, cuando tenga dinero suficiente buscaré una casa donde vivir con Luc. Seguí caminando hasta que me encontré con un restaurante familiar llamado "The Family Flynn" Tenía una hoja pegada en un lado de la puerta que decía:

"Buscamos mesera joven y con experiencia atendiendo mesas."

Ok. Yo soy joven y trabajé antes como mesera, así que experiencia tengo.

Entré en el lugar y caminé hacia la mesa donde estaba la que era, al parecer, la gerente.

―Buenas tardes, estoy aquí por el trabajo de mesera. ―Dije.

―Buenas tardes. ―Saludó. ― ¿Has trabajado antes como mesera? ―Preguntó.

―Sí. Trabajé unos meses en un bar y casi un año en un restaurante familiar. ―Conteste.

― ¿Tienes Currículum? ―Preguntó.

―No, la verdad es que nunca me pidieron uno en mis trabajos anteriores. ―Conteste.

―Aquí hasta para ser mesera se necesita tener uno. ―Dijo.

―Me pueden poner a prueba una semana. ―Dije. ―Les puedo demostrar que puedo ser eficiente. ―Añadí. Ella se quedo mirándome un momento, después habló.

―Una semana a prueba, cometes una falta y te vas. ―Me dijo. Yo asentí. Luego empezó a hablarme del horario y me dio mi uniforme con una placa donde escribió mi nombre. ¡Bien! Tengo trabajo, empiezo el lunes.