Así que la noche del 7 de enero del año 2017, decidí renunciar a todo. Ya no había cabida en este mundo para un errante de la vida como yo. Tomé mis únicas posesiones y me uní a la banda de los invisibles de mi ciudad. Volví a dormir en las bancas, a perderme en antiguos recuerdos, era un sueño que se prolongaba aun estando despierto. Sin embargo, cuando la vi ahí de pie, observándome con sus ojos aun atemorizados por el encuentro anterior, no pude resistirme a abrazarla. Caminé directo a su encuentro, consciente de que ella se alejaba a cada paso que yo daba. Indudablemente, se preparaba para echar a correr.
—Amor —sollocé, colocando mi brazo alrededor de su cintura para retenerla—, espera. Por favor, no te vayas —supliqué.
Juro que detrás del asombro, vi algo distinto.
—Déjame... —yo jadeaba, desesperado por expresarme— déjame explicarte.
Tomé su rostro entre mis manos hasta que nuestras miradas se encontraron. Por lo menos ya no intentaba escapar.
—Cariño —susurré junto a su oído—, vas a querer golpearme después de esto.
Sus ojos se ampliaron y entonces lo hice. Agoté todas las posibilidades y la besé. Sus labios encajaron a la perfección con los míos, nuestras almas se unieron y entonces ella abrió los ojos. Sus pestañas aleteaban como dos tiernas mariposas mientras las lágrimas reflejaban un cálido atardecer.
—¿Alex?
FIN
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Errante
RomantizmLa valentía ante la pérdida te hace inmune a ella. Si no me crees, pregúntate las ausencias, cuestiónate los errores... y cuidado con los que deseas. Obra registrada en safe creative bajo el código de registro: 1702010499414