Romanogers little and big One Shots

6' Lluvia

Nuevo One Shot, espero les guste mis amores❤️.

El bote llevaba cuatro horas de retraso.

Natasha se encontraba en la arenosa ribera admirando el mar sin límite, esperando tal vez una señal, tal vez una sombra.

Después de permanecer un par de minutos en la misma posición escuchando como su confidente Rogers hablaba por el artefacto metálico decidió que si iba a esperar, lo haría de una buena forma.

La playa no era cálida, ni siquiera templada. El aire que fluía con fuerza estaba tan frío como hielo desintegrado y golpeaba con fuerza su rostro y hacía que su cabello flotara como si la gravedad no existiera. El agua, a pesar de que la rusa ni siquiera se había acercado a ella, emanaba un frío invernal desde sus profundidades.

Natasha miró hacia el cielo teñido de nubes grisáceas y una luz tenue y degradada que provenía del sol, vio pasar una gaviota y se sintió como una niña de nuevo.

Se quitó los zapatos y subió la cremallera de la chaqueta hasta el mentón protegiéndola del viento helado y comenzó a caminar hacia dónde las olas rompían con pereza en la orilla.

El agua tocó sus pies y un escalofrío reconfortante invadió el cuerpo de ella, por lo que dio un paso más y ahora el agua le llegaba a los tobillos.

La sonrisa que se formó en su rostro fue nostálgica, recordar su infancia en Rusia aún le causaba sueños malos, sin embargo era su hogar y lo añoraba a pesar de todo.

—Nat, sal de ahí o te dará un resfriado.

Steve se encontraba aún en la arena, con sus botas puestas y la chamarra bien ajustada a su cuerpo. Natasha se giró hacia él y simplemente le mantuvo la mirada.

—He estado antes en aguas más frías. —sus pies, ahora un poco entumidos, se tensaron un poco al sentir una nueva ola estrellarse contra ellos.

—El barco está atorado en una tormenta no muy lejos de aquí, y se aproxima hacia acá, creo que nuestra mejor opción es salir de la costa e ir al interior de la isla a buscar dónde refugiarnos.

Steve había cambiado el tema. Era algo que usualmente hacía cuando Natasha involucraba su pasado en las conversaciones, al rubio le parecía incómodo escuchar las trágicas historias de su compañera y no tener nada qué decirle al respecto, por lo que aprovechaba la más pequeña oportunidad para cambiar de tema y salir ileso de la situación.

La pelirroja lo notó por supuesto, y frunció el ceño con un toque de confusión. No le gustaba hablar de su pasado, nunca le había gustado; la sensación que le provocaba era desagradable y pegajosa, recordar los malos días le hacía sentirse pesada, por lo que cuando podía, evitaba esas conversaciones, sin embargo con Steve se sentía capaz de sobrellevar las sensaciones desagradables y convertirlas en algo casi agradable, por lo que la gran mayoría de las veces terminaba contándole algo de sus días pasados.

—Sí, eso sería una buena idea —se limitó a decir bajando la mirada al agua turbia, que arrastraba consigo cúmulos de arena revuelta.

Pesadamente salió del agua y conforme caminaba, la arena se le pegaba más a los talones y se entremetía en sus dedos.
Solo se detuvo para tomar sus zapatos y los llevó consigo hasta que la arena se convirtió en pequeñas rocas que hacían una presión dolorosa en sus pies. Se detuvo y se sentó para comenzar a colocarse los zapatos. Detrás se encontraba el soldado con en ceño fruncido y la mirada en el cielo.