DESPIERT∆

ELL∆

Corro tanto como mis piernas me lo permiten.

Siento un ardor recorrer mi brazo derecho y se que Ellos han logrado lastimarme. No le doy importancia.

Lo único que alumbra mi camino es la luz de la luna llena que se alza sobre mi cabeza, ya no los escuchó pero aun así sigo corriendo entre los escombros, ya casi llego, puedo ver mi casa.

"Solo unos metros mas", pienso, "solo un poco más"

Corro aun más rápido al darme cuenta de que la camiseta se ha empapado de sangre.

Abro la ventana que esta en la sala, e ingreso a través de esta pero caigo al interior con un golpe seco y no puedo evitar soltar una risa histérica mientras la vista se me nublaba y me siento cada vez más pesada.

-Llegue a casa- mi voz es a penas un susurro y dejo que la oscuridad me consuma...

Despierta ~
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-¡Despierta!-

Me levanto de la cama con un movimiento brusco llevando las manos a mi cara mientras espero que mi respiración se vuelva constante.

-Jajaja, te ves horrible- se burla alguien.

Parpadeo un par de veces antes de ver a la persona que ha venido a despertarme.

-¡Joder Lia!- Gruño -¿¡Que demonios te pasa!?-

-¿Que qué me pasa?- Dice la joven que ahora esta frente a mi -¡Que te pasa a ti YIRAIDA! Has estado gritando mientras dormías y por eso te desperté-

-¿Gritando?-

-Si, parecías tener una pesadilla-

-No recuerdo mi sueño- Me paso una mano por el cabello en modo de exasperación.

-Bueno no importa- se encoje de hombros -Levantate, tenemos muchas cosas que hacer hoy- dice con un tono mas animado.

Me levanto de la cama y arreglo las sábanas mientras Lia me ayuda. La observo unos instantes y me doy cuenta de cuan diferentes somos, ella es pálida, su cabello rubio lacio le llega hasta la cintura, sus ojos verdes y grandes le dan cierto aire de curiosidad, y su cuerpo bien formado la hace ver como toda una mujer aunque tengamos la misma edad.
Yo soy todo lo contrario, morena de pelo negro ondulado un poco mas abajo de los hombros, ojos tan oscuros que parecen negros y que parecían estar tristes a todo momento, y mi cuerpo no esta mal pero en comparación de Lia me hace sentir como una niña.

-¿Yiraida?-

-¿Sí?-

-¿Podemos ir a desayunar ahora?-

-¿Por qué lo preguntas?-

-¿Quizá porque te estoy hablando desde hace cinco minutos y pareces ignorarme por completo?-

-Ahh, eso...-

-Si, eso-

Lia me toma de la muñeca y me lleva fuera de la habitación, parece muy animada el día de hoy. Me suelta y la sigo escaleras abajo mientras percibo un olor que proviene de la cocina.