"Para Sangwoo" | Killing Stalking | One-shot/Drabble

«Adiós, Sang Woo»

   Para: Sang Woo.

      "Sang Woo, hoy por fin llegué a reunir la suficiente fuerza y valentía que necesitaba para poder escribirte esta carta, que desde hace tanto tiempo he querido hacerte llegar, ¿Cuánto ha pasado ya? ¿Dos, tres, cuatro años acaso más? No estoy seguro, ahora que estoy recuperando mi felicidad no es nada necesario saberlo, pero en fin.

Es probable que en este momento, mientras lees estas líneas te estés preguntando cuál es la razón por la que te escribo. Es muy fácil de decir, pero difícil de lograr. Me quiero liberar de ti.

Estoy al tanto de que han pasado años probablemente, porqué me resultaron muy difíciles de sobrepasar, han sido de lo más tortuosos, posiblemente se traten de los peores por los que he tenido que pasar. Resultaron ser horrorosos, pero me alegro de que poco a poco las nieblas se dispersen. Ahora puedes estar feliz, has logrado lo que tanto querías. Me has marcado cual animal, siempre estarás conmigo. Espero un día poder olvidarme de ti por completo aunque, realmente lo dudo.

¿Te cuento algo? Aquél día, cuando la policía realizó bien su trabajo y te atrapó, pensé que la desagradable tormenta había llegado a culminar, pero no. No se trataba mas que de un punto y seguido. Porque aunque ya no me lastimaras con esos dolorosos golpes, me insultaras con esas hirientes palabras o estuvieras siquiera ante mi, seguías ahí, en mi mente, me seguías torturando con esa sonrisa desquiciada y no te marchabas, por más de que yo lo intentara.

Cada noche desde el momento en el que fui libre de nueva cuenta, te hacías presente en mis sueños, para convertirlos en pesadillas. Recordaba todo lo que pasé en ese sótano, escuchaba los gritos de las mujeres a las que asesinaste, las oía pidiendo clemencia, suplicando ayuda, los gritos eran tan desgarradores que dolían mis tímpanos, aunque solo se trataran de recuerdos. Despertaba siempre en el conticinio: bañado completamente en sudor, llorando y gritando como un bebé asustado. Esperaba que desaparecieran luego de despertar, pero no era así, cada que la luna salía y el sol se encendía era simplemente igual, rememorando cada segundo del infierno que alguna vez viví.

Desde hace tiempo te quiero preguntar; ¿Por qué me hiciste éso? ¿Por qué me dañaste de esa forma? Sabías que yo te amaba, estabas al tanto de que eras lo mas importante para mi, todo mi corazón te pertenecía, toda mi alma, todo mi ser.

Me había enamorado de Sang Woo, ese chico que era amable con todo mundo, el que cautivó mi corazón. Me enamoré de ti aún más cuando me ayudaste ese día mientras esos hombres me violaban, con mi mirada nublada por las lágrimas, había pensado que eras un precioso ángel. Eras el chico siempre tan amable, tan lindo, con esa sonrisa, pero no, lamentablemente no.
Resultaste ser solo el mismísimo demonio.

Ese primer día, cuando vi a la mujer en el piso atada. Cuando me lastimaste de esa forma por primera ocasión, mi mente se negaba a pensar que tú habías causado eso, lo quería creer, quería que fuera una pesadilla... y sí, lo era. Se trataba del comienzo de una.

Todos esos meses que estuve contigo, tristemente jamás desaparecerán de mi ser, no olvidaré el dolor que llegué a sentir, tampoco el miedo o ese terror, y mucho menos tu mirada. Esa mirada tan penetrante, cada que parpadeo puedo jurar que la veo, mirándome, fijamente como si se burlara de mi por este dolor que estoy pasando.

Caí en la locura, para olvidarme de la poca cordura que aun tenía. No podía razonar, tenía mucho miedo. Miedo de ti, de mi, de todo. Todo me aterraba, sentía como alguien me miraba a todas horas, pensaba que me seguían, me vigilaban o me querían matar. El hombre de la esquina con un celular, la anciana frente a la casa mirando por la ventana, los niños que corrían por la calle, todo, a todo le temía, creía que todos estaban en mi contra.

Llegué al intento de suicidio, preferí darle fin a mi vida que seguir así. Quería dejar de sufrir, pensé que si moría la luz dejaría de funcionar y me olvidaría de todo, tú incluido.
Era un infierno y vamos, en el infierno nadie puede vivir. Lo intenté, claro que lo intenté, pero entonces un verdadero ángel llegó, me tomó de la mano y me salvó antes de que el acto se terminara.

Ese ángel ha estado ahí para mi por mucho tiempo, siendo mi guía, cuidándome, es mi protector y el verdadero amor de mi vida. Y tal vez será una coincidencia, pero se trata ni más ni menos de la misma persona que se encargó de llevarte a ese agujero llamado cárcel.

Pero ya me excedí, espero que está carta no pierda su verdadero fin.

Sang Woo, adiós. Ahora solo deseo que te conviertas en un recuerdo, quiero tener la capacidad del olvido, borrar el dolor, el terror, y más que nada, a ti. Quiero por fin liberarme de todo este mal sueño que tanto tiempo duró ya. Ojalá se cumpla y todo quede en el pasado, porqué un bello futuro al lado de alguien me espera y para poder cumplirlo, a ti te tengo que enterrar hasta el fondo de mi memoria. De donde ya no puedas escapar.

Tranquilo, no pienso volver a escribirte. Ambos nos liberaremos en este momento, tú de mí, yo de ti. Eso fue todo, aquí ya el último acto llegó. Hasta nunca. Es hora de que el telón se cierre ya, y las luces dejen de iluminar un escenario que nunca debió haberse mostrado.

Yoon Bum"

Una pequeña curva se había formado en sus labios, sus ojos se tiñeron con ese especial brillo de enfado y sus músculos se tensaron. Con ese enfado, recorriendo cada pequeño parte de su cuerpo como si se tratara de sangre, arrugó el papel con fuerza hasta convertirlo en una pequeña bola, que después tiró contra la gris pared de su pequeña y fría celda.
—¿Así que nos liberamos el uno del otro? Yo no lo creo, Bum. Debí haberte matado—

...