Capitulo 1

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Chris, un chico de 16 años en la secundaria, estaba ahí. En un salón de clases escuchando las explicaciones de matemáticas. No había muchos alumnos a decir verdad, eran unos seis contándolo a él. Todos hombres, pero ninguno de su sección.

Eran las clases para poder recuperar la materia, ya que los estudiantes presentes no lograron pasar el año con la nota mínima de aprobación. Eran exactamente seis rezagados, algunos de ellos de otras secciones, pero igual veían la misma materia: Matemática.

Al culminar la clase, Chris se levantó con mohín de agradecimiento tras haber acabado aquella trivial clase, y se fue directo a la casa.

En el autobús:

- ¿Cómo es que pude raspar matemática? Está muy fácil -se lamentaba chocando su frente con la mano puesta en las agarradoras del autobús

- ¡Pero bueno!, a lo que llegue, practico una hora y luego juego un rato -se dijo a si mismo.

El vecindario en que Chris vivía, era una zona tranquila, al oeste del pueblo. Eran casas de tamaño promedio, no eran millonarios, pero eran de clase media baja y estaban bastante estables en cuanto a situación económica. Su casa era aquella con el único árbol abundante en manzanas; paredes pintadas de celeste, un patio delantero con exuberantes flores y un pasto tan verde con un limón. La estructura arquitectónica de la propiedad era contemporánea; tenía un piso nada más con cuatro cuartos, dos baños: Uno dentro de la casa y otro aparte en el patio trasero. Dos cocinas y dos salas.

A las 10 de la noche.

Una lluvia fuerte azotaba las ramas del árbol de manzanas. Sí mirabas el cielo por la ventana, denotarías los rayos que aparecían seguidos de truenos de alta resonancia. Chris sabía que en algún momento la electricidad se iba a ir. No se equivocó.

- ¿Cómo te fue hoy? -dijo la Madre de Chris, mientras estaba en la cocina con una vela y preparando la cena.

- ¡Bien!, ya me lo sé todo, mañana es el examen, pero sin luz, ¿Cómo quieren que estudie? -mientras agarraba la silla y sentaba en la mesa.

- Bueno, podrías poner una vela aquí y...

- Nah, no importa, mañana paso -replicó Chris interrumpiendo a su madre.

La lluvia se hacía cada vez más fuerte, los rayos más brillantes y los truenos todavía mas ensordecedores. Cualquier niño estaría muerto del miedo, y... los pobres perros, de seguro estarían más que traumatizados. En la mañana, Todo era producto de una tormenta de escala mayor proveniente del Caribe. Se recomendó ir a sus casas antes de las 6, puesto que la precipitación inundaría las calles.

- Además, dudo que mañana hayan clases -comentó Chris.

- No han dicho nada sobre eso, tienes que prepararte de todas formas -dijo la madre, mientras colocaba la cena en la mesa.

En la casa, solo vivían Chris, su hermana y madre. La hermana, llamada Marly estaba en casa de una de sus amigas, se iba a quedar por la tormenta y porque la habían invitado a una pijamada.

- Buen provecho -dijo la madre.

- Gracias, buen provecho -replicó Chris, e inmediatamente agarró el Sándwich y comenzó a comerlo.

Mientras comían. Un ruido muy fuerte, como si chocaran unas llaves con el metal de la reja, sonaba afuera. Era un sonido insistente, se escuchaba una pequeña voz, pero era casi imperceptible a causa de la fuerte lluvia.

Chris se levantó sobresaltado. Se acercó a la ventana para poder ver de quien se trataba, pero no podía apreciar a nadie. Sin embargo, el sonido aún continuaba.

- ¡Ni se te ocurra abrir Chris! -dijo la madre.

Él joven se volvió para mirar a su madre e hizo un ademán de que le haría caso, pero aún estaba tratando de ver quien estaba en la reja de afuera.

De pronto, los truenos cesaron, pero la lluvia continuaba. La voz se hizo más resonante y se logró escuchar un "Ábranme".

Era la voz de una chica.

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⏰ Última actualización: Feb 01, 2017 ⏰

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