Capítulo: 58

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Narrador Omnisciente:

Era sábado y Adrien estaba al borde de morirse.
Estaba en la puerta de la casa de su novio, estaba esperando a que le abrieran después de haber tocado la puerta.
Había llegado luego del almuerzo, tal y como habían arreglado.
Cuando notó que la puerta se habría sintió que se desmayaría, pero al notar de que era Nathanaël se tranquilizó un poco.
Luego del saludo Nathanaël le dijo que pasara.

-Ven, mis padres están en la sala esperando.- Le dijo sonriente el pelirrojo.

-P-Pero...- El rubio paró en seco en medio del pasillo de la casa.

Nathanaël  lo miró y luego miró para sus lado revisando que no hubiera nadie. Se acercó a su novio y lo besó sorprendiendolo un poco, pero igual correspondió.
Al separarse se abrazaron.

-Calma, todo estará bien.-

Adrien se tranquilizó y juntos fueron hasta la sala.

-Mamá, papá. El es mi novio, Adrien.-

Narra Adrien:

No puedo com esto, me voy a desmayar.

-H-Hola. Un g-gusto conocerlos.-

Narrador Omnisciente:

La madre de Nathanaël se levantó del sofá donde estaba sentada y se dirigió hacia Adrien, el cual estaba más pálido que una hoja de papel.

-¡Hola!. Al fin podemos conocernos. El gusto es mio. Ven, sentemonos todos y hablemos.- Dijo abrazándolo y volviendo a caminar hacia el sofá acompañada por los dos jóvenes.
Una vez ahí Adrien también saludó al padre de su novio.
Cuando todos estaban sentados comenzaron a hablar.

-Okey, Adrien, así que...-

Y comenzó el cuestionario.
Nathanaël se mantenía de lo más tranquilo, su madre se le notaba feliz y participaba de la conversación, el padre de Nathanaël también estaba tranquilo lero se mantenía serio, pero Adrien tartamudeaba más que nunca y hacía un esfuerzo por no desmayarse ante todos.
Al final pareció haberle caído bien a los padres de su novio.

-Oye, hijo. Tu novio me cae bien.- Dijo dirigiéndose a su hijo.- Adrien, eres una muy buena persona.- Dijo esta vez al rubio.

Luego de la conversación ambos chicos se dirigían a la habitación del pelirrojo mientras que sus padres se quedaban un rato más hablando.
Pero cuando estaban a punto de poner un pie en la escalera.

-Oye...- El padre de Nathanaël le llamó la atención a Adrien.- No tengas miedo, no te vamos a morder.- Y los dos adultos se hecharon a reír.

El rubio, aún algo nervioso, les sonrió y subió las escaleras junto a su novio.

El Otro Talento de Nathanaël. AdrieNath (Yaoi-Gay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora