- Está delicioso. - Comenté al probar el décimo trozo de pastel del día.
Y sí, aquí estábamos, Justin y yo probando pequeños trozos de tartas.
Al llegar, se había burlando un rato de mi pelo, ya que, no me había peinado y según él, se notaba mucho.- No está mal. Aunque, el anterior me gustaba más. - Llevó su mirada a la otra mesa dónde se encontraban el resto de pruebas.
Asentí rápidamente con la cabeza aunque el no podía verme.
- No nos apresuremos. Hemos probado tan solo unas cuantas y nos faltan muchas por degustar.
- Si fuera por mí, ya me hubiera quedado con la número 5. - Comentó nuevamente.
Paciencia, Lynn.
- Bien, entonces. ¿Cuánto le pones a la número diez? - Pregunté para finalizar cuanto antes, ya que al parecer esta no era de su agrado.
Observé cómo lentamente cogía el bolígrafo del pequeño pupitre y acercaba su hoja cada vez más para que supuestamente le resulte más cómodo.
- Frambuesa y Yogur, eliminada, un 5. - Dijo mientras que se dedicaba a escribir lo mismo en el papel.
Hice lo mismo, con la pequeña diferencia de que mi voto era más alto. 7, para ser exactos.
- Señor Bieber, Srta... ¿Les traigo ya las tartas número 11, 12, 13 y 14?
Otra vez él y su falso acento francés.
- Sí por favor. - Respondió Justin rápidamente.
Tanto Bieber como yo, nos quedamos observando cómo movía sus caderas en dirección contraria y ordenaba a las pobres mujeres que se apresuraran en traer las tartas faltantes.
- ¿Qué, acaso quieres una foto? - Se burló de mi.
- Tú también le mirabas. - Ataqué cruzándome de brazos.
De repente, se levantó de la silla y empezó a reírse. No entendía por qué le había entrado el cosquilleo, pero lo entendí inmediatamente al verlo acercarse con un trozo de pastel rosa en la mano.
Mis pies actuaron solos y en cuestión de segundos ya me encontraba en la otra punta de la decorada mesa.
Cosa que sólo consiguió que su risa no cesara.
Esto no era para nada profesional.
- ¿Qué haces? Ven aquí, volvamos a probar este, no me acuerdo bien de su sabor.
Sonreí.
Lentamente volví a mí sitio, esperando a que finalice su broma. Observé cómo su cara se iluminaba y cada vez se acercaba más a mí.
- Toma. - Me entregó un pequeño trozo.
- Pensé que... - No me dejó acabar la frase ya que una morena de piernas largas y un diminuto vestido blanco nos interrumpió.
- Aquí tienen. - Sonrió.
Bueno, más bien le sonrió a Justin, porque a mí ni me notó.
Bufé para luego soltar una carcajada al notar que Justin se quedó mirando a la preciosa morena hasta el final del pasillo, el mismo pasillo por el cual segundos después en el campo de visión apareció una señora que rondaba los 50.
Llevé mis manos hacia mi boca para no reír todavía más fuerte y hacer que nos echaran.
- ¿Qué, acaso quieres una foto? - Imité su voz burlándome de él, justo como él había hecho anteriormente conmigo.
ESTÁS LEYENDO
Emociones Cruzadas.
أدب الهواةRyan, Lucy, Dustin, Christian, Kya, Lynn y Justin. Todos ellos son jóvenes y tienen grandes sueños por cumplir; Un lugar, un momento, incluso un segundo podría revolucionar sus vidas y cambiarlas radicalmente. Y es que la vida, sobre todo en nuest...