Una mujer sentada sola en una casa. Sabe que no hay nadie más en el mundo porque todos los seres están muertos.
De la nada, golpean la puerta.
Ella, sorprendida, abre la puerta y ve que no hay nada. Curiosa, da una vuelta por la casa para ver qué pasaba. Lucy, una joven de 20 años, castaña, ojos verdes y alta, rodea su casa, la cual está ubicada en un pueblo cerca de la ciudad y a unos kilómetros del mar. Cuando termina de investigar, desilusionada porque tuve fe en que encontraría a alguien con quien hablar, entra a la casa y empieza a leer una novela que, según ella, la caracterizaba en todos sus aspectos: "Robinson Crusoe".
Al día siguiente, Lucy se despierta con la respiración agitada por unos golpes en la puerta.
"Están golpeando la puerta. No puede ser posible" dice varias veces para creerlo. Pero ALGUIEN está golpeando la puerta. Después esos golpes cesan.
"Debió de ser el viento" No le da importancia y se dirige con ese pensamiento a la cocina. Mientras prepara algo para comer, vuelven a tocar la puerta; esta vez asustándola.
"Okey, todo está bien. Solamente fue el viento, Lucy. No seas tan ingenua".
Pero rápidamente descarta ese pensamiento al notar que los golpes son más fuertes... y están acompañados de jadeos humanos.
Lucy está en shock.
"¿Cómo puede ser? Todos están muertos" piensa con temor.
Asustada pero al mismo tiempo emocionada abre la puerta. Enfrente de ella hay un hombre de tez negra, viejo y viste un traje de gala blanco. El hombre no hace nada, solo la mira. Lucy le pregunta si necesita algo, pero en realidad, ella no quiso decir eso, Lucy quiere abrazar al anciano que acababa de conocer y preguntarle sobre todo tipo de cosas.
Se quedaron un tiempo mirándose y de repente el anciano le ofrece la mano. Lucy, rápidamente, le estrecha la mano y se da cuenta de que empieza a ver todo borroso.
Cuando recupera la conciencia, esta acostada en una cama, pero no es su cama.
"¿Qué acaba de pasar?" se preguntó.
Confundida, se levanta. Al levantarse, algo se cae haciendo un estruendo. Mira para abajo y es el libro que estaba leyendo. Lo deja en la mesita de luz y busca al anciano que vio antes de "desmayarse". Cuando logra encontrar la puerta que da al exterior, descubre que hay muchas personas a su alrededor. Lucy no lo podía creer, después de todo había gente.
De la nada, aparece el anciano que había visto. Resulta ser el anciano llamado Robert, su vecino, un médico jubilado.
El anciano se le acerca y dice:
- Veo que te encuentras bien. Estuve preocupado porque estuve tocando varias veces la puerta y no atendías. Supuse que estarías afuera, pero veía por la ventana las luces del interior y decidí venir a ver qué pasaba.
- Yo... no entiendo que está pasando – responde alterada por toda la situación.
Hay personas, personas reales caminando. Pero le cuesta creer que todo este tiempo pensó que era el único ser en todo el planeta. La descolocó completamente este hecho.
Al recuperarse y ver que el anciano la mira con aspecto preocupado, dice con un hilo de voz:
- De casualidad, le puedo preguntar ¿por qué vino a visitarme?
El anciano le contesta que había un festival en el pueblo y todos habían ido.
Después de conversar un rato más con aquel anciano, acepta su invitación de acompañarlo.
Durante el viaje ella intenta recordar lo que sucedió.
Lo único que recuerda es que estaba leyendo tranquila en su habitación cuando se quedó dormida mientras...
Mientras veía la película "Náufrago".
Sonríe al descubrir que todo lo que soñó fue nada más y nada menos que un horrible sueño.
"Que estúpida que fui".
FIN
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Detrás de la puerta
RandomHistorias cortas llenas de misterios, suspenso y hechos sobrenaturales. Todas estas historias tendrán un giro drástico al pasar por una puerta.