Espontaneidad

ÚNICA PARTE

Ahora sus finos y largos cabellos dorados me rodean amablemente. Mis suspiros cada vez son más frecuentes. Mi vida está arruinada. ¿Pero por qué...? ¿Por qué habría querido arrastrarme hasta su refugio? A mí, alguien sucio, que vaguea por las calles. Ya no siento la necesidad de comer. Tampoco de vivir. Me aferro como si no hubiera escapatoria a su espalda. Siento que me estoy ahogando en un mar junto a esta persona. No hay nada igual. Con la tenue luz, sus provocadores ojos se fijan en mí, ¿Por qué? ¿Acaso importa? Esta persona me ha provocado un gran sufrimiento. No tengo interés, no lo tengo. Nadie por más que lo intente podrá obligarse a querer algo. Siempre termina en fracaso. ¿Pero cómo es que esta persona lo ha logrado? Despierta miles de emociones de las que nunca había escuchado o sentido. Ninguno de nosotros posee cinco sentidos. Es muy escaso describir desde estos puntos de vista. Ni un diccionario que posea millares de idiomas diferentes podrá descifrar nada. Hay un dolor en mi pecho, siempre esta ahí, acechándome perversamente. Esta persona hace que quiera gritar. Lo estoy haciendo, estoy gritando... Pero... ¿Por qué no me escucho? ¿Qué es lo que tienen sus dedos? Su piel esta rozándome. No es digno de mí, yo no soy digno de él. ¡Alguien, por favor! ¡Sáquenme de este sueño, esta tortura! No puedo aguantar ni un segundo más. Para, detente. Me haces llorar, estoy perdiendo mi orgullo. De eso ya no me queda nada. ¿De qué hablas? Escucho tu delicada, grave y musical voz hablándome pausadamente, es parecido a un soplo. No entiendo nada. ¿Qué hay bajo esos ojos azules? ¿Qué luz se esconde tras este cabello sin fin que estoy acariciando? Dímelo, por favor... Dímelo

-"Son solo excusas, escúchame. Sé que no lo estás haciendo. Siénteme, tócame."