Me quede en shock, Red el chico rudo, con botas, motocicleta y anillos grandes cubriendo sus dedos mientras tocaba en un bar, era un chico con dinero.
-Pero...dijiste que no lo eras. –recordé la plática que tuvimos en el carro. Además ¿porque si tenía dinero había abandonado la universidad?-
-Es algo complicado. Mis padres se casaron antes de los veinte al parecer fue una boda por accidente, mi madre quedo embarazada y la salida más fácil era el matrimonio. Mi padre era de una familia de dinero, no podían esconder un hijo fuera del matrimonio. Trajeron una sucursal de la empresa de mi padre aquí en Estados unidos, pero antes de eso ellos se divorciaron. No nos quedaba familia en Alemania, pero no queríamos venir con mi padre. Así que decidimos venir al país pero no al mismo lugar que él, no lo he vuelto a ver desde entonces. Él tiene dinero, pero nunca nos ha dado nada, ni a mí ni a mi madre, aunque tampoco se lo hemos pedido, estamos bien así.
En la sala el ambiente se sentía raro, no sabía que decirle, sentía que el ambiente era muy ligero y a la vez me hacía sentir pequeña. Quería seguir hablando con él, de cualquier cosa. De mi vida, de la suya o de pequeñas historias, pero no me podían salir las palabras.
No sé si me salvo pero el timbre sonó.
-Yo voy. –Me levante del sillón, pero no pude mirarlo a los ojos. Sentía que cada vez nos conocíamos mejor. De verdad estaba haciendo amigos aquí.-
Cuando abrí la puerta solo vi rojo. Andreas y Darío estaban apoyándose para sostenerse, tenían golpes, cortaduras y la sangre los manchaba en distintas partes del cuerpo. Creí que me desmayaría.
-Tranquila Paige, necesito que te calmes. Todo estará bien. –Era Darío hablándome mientras entraba a la casa.-
-¿Que paso? -
-Un loco se metió en la pelea, no pudo dar ni un golpe se salió antes que la policía llegara y cuando escuchamos las sirenas estaba en uno de los callejones con una navaja, a mí me dejaron ir, te busque por todas partes y no te encontré esperaba que hubieras escapado. Cuando pase por el callejón vi la pelea, no podía con los puños así que le dio varios cortes. No podemos llevarlo al hospital o se lo llevaran detenido, no conozco a nadie aquí. Esperaba que tú pudieras ayudarlo.
Andreas estaba en el sillón, la sangre que tenía Darío no era de él. Era de Andreas.
-No, no, no puedo. Darío no puedo ayudarlo yo no. La sangre. –El terror me estaba invadiendo, los recuerdos no me dejaban pensar.-
-Paige si no lo ayudas las cosas empeoraran. Estas estudiando para esto.
-Estoy estudiando! Aunque no quisiera vomitar al ver la sangre y mis piernas no temblaran diciéndome que estoy a punto de desmayarme no podría ayudarlo.
-Paige! Si puedes yo te ayudare. Estoy contigo.
-No, no Darío no.
-Paige por favor. –Red estaba frente a mí, las manos las tenía con sangre.-
-No! No puedo. –Estaba agitada, cada vez podía respirar menos.-
Darío me tomo me de las mejillas, me apretó un poco pero el dolor me hizo darme cuenta de lo que estaba sucediendo.
-Paige no vas a estar sola, te voy a ayudar.
Asentí con lágrimas en los ojos, si no lo ayudaba Andreas podría empeorar. Tome el botiquín del baño.
-Quítenle la camisa. –Red rompió la camisa de Andreas, sus cabellos rubios ahora estaban teñidos de rojo.- Sabes donde lo hirieron?
-Be...bein –Dijo Andreas mientras trataba de mover la mano, señalando hacia abajo.-
-La pierna –Dijo Red.-
-Quítenle el pantalón. –Una toalla con agua me ayudo a limpiar la sangre seca del cuerpo, ahora veía las heridas, tome el alcohol y comencé a limpiar su costado no era profundo. Le puse una gasa.
Antes de que la sangre me provocara el vómito y desmayos había hecho cursos de primeros auxilios. Pero a pesar de eso no pude ayudarlo.
La herida en la pierna era profunda, era exactamente en el muslo.- Tengo..yo no..-comencé a decir.-
-Dame aguja e hilo yo lo hare.
-¿Pero tú sabes? –Red estaba mirando a su amigo, cuando vio la herida asintió.-
Andreas grito, tal vez por el alcohol la herida o el hecho de que veía como su amigo cerraba su herida. Algunas cosas las decía en alemán o eso pensaba yo porque no le entendía nada, pero Red le entendía. Limpie la herida que tenía en la cabeza, no sé en qué momento me dejaron de temblar las manos. Pero cuando todo termino me desmaye.
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Mi reflejo
Ficção AdolescenteEstoy ahí frente a él, se parece a mí lo sé, somos iguales lo sé. Pero tengo miedo. tengo miedo de mi reflejo. Cuando me mude al mismo departamento que mi prima Silene no imagine que descubriría un mundo diferente, pasaba mis días en mis clases d...