INE volaba a ese lugar secreto que ningún alma que se vuelca en el odio conoce, todos quieren ir allí pero no todos son dignos de la confianza. Él cree que no lo veo pero es más claro a mi vista que el mismo cristal, allí está siempre está allí aunque sus consejos y risas ya no me pertenecen.Sólo amé una vez antes de este tiempo y fue -hasta ese momento- el único momento dulce de mi existencia: Mi infancia.
Todo atribuido a un niño pelinegro que se molestó en pasar todo el día conmigo luego de que mis exigentes padres me hicieran llorar culpándome de algo que no había cometido, aún recuerdo sus ojos ambarinos absorbiéndome con confianza, creí que pasaría muchos años con aquel primer dueño de mi corazón.
Pero como siempre, la vida me tenía algo reservado.
Tres días después el niño de cabellos negros murió ahogado en la alberca de su casa. Esa tarde lloré como nunca, mis lágrimas parecían rocas saliendo de mis ojos. Mis progenitores sólo se burlaban de mi sufrimiento, reían al azotarme en la espalda, disfrutaban ver mi sangre salpicar las alfombras y no entendía porque.
Cuando tuve suficiente edad para velar por mí, escapé de casa y sin mirar atrás me adentré a un vago mundo donde sólo era una pieza más del juego. Me terminé de criar en las frías calles de Londres invadidas por fieros leones y yo siendo un suculento pedazo de carne andante. Creí morir luego de un accidente atroz y allí fue cuando conocí a mi protector; INE llegó a hacer menos pesada mi condena y siempre le estaría agradecida.
Muchos hombres pasaron por mi vida, todos querían sólo favores de mí obviamente nada reciproco.
"¿Algún día alguien amará a una sucia rata como yo?" era la pregunta que cada día mi cerebro articulaba. Sin embargo INE dijo desde el principio que siempre existe "un uno para el otro sólo" bastaba con tener paciencia.
Fue el verano de mi vigésimo quinto cumpleaños; que volví a sentir esa chispa loca que alguna vez invadió mi pequeño cuerpo. Recogía basura en al parque como todos los días, buscaba en los montones algún objeto que pudiera servirme cuando una cometa cayó sobre mi cabeza. Al principio me enojé hasta que vi a una pequeña niña de cabellos verdes con el rostro rojo de vergüenza avanzando a toda velocidad a recoger su juguete.
Mi enojo se fue y se lo entregué, cuando una voz masculina me dijo por detrás:
-Disculpe a mi hija, es un poco distraída.
Voltee para decirle al individuo que no había problema pero al hacerlo me arrepentí por completo y me puse tan roja como la niña, juraba haber visto al hombre más atractivo que me pudiera imaginar. Era como uno de esos príncipes sacados de esos cursis cuentos de hadas. No podía mirarlo a la cara mis nervios se apoderaron de mi sistema motriz haciéndome actual como una completa imbécil.
Me hablaba y me hablaba yo lo escuchaba con atención pero seguía sin poder establecer contacto visual con él, en un estúpido acto de reflejo le mire la mano buscando algún anillo que demostrara que estaba "atado", para mi sorpresa no encontré nada. Un hombre como él era claro que solo no lo dejaban, pero no podía creer que al menos no tuviera novia -cosa que confirme mientras platicábamos- además era bastante joven, yo le calculaba que como máximo me llevaba dos años...y no me equivoqué.
El tomo carmesí no dejaba mi cara, es más me puse peor aún y es que por dentro me reí como loca al pensar que un tipo de su clase -porque hasta de lejos se le notaba la facha de la alta- se fijaría en una cosa como yo.
Sin temor a equivocarme puedo afirmar que fueron las horas más increíbles que haya vivido, su sonrisa, su presencia, su encanto hicieron de las suyas transformándome en una mujer -al menos por esos momentos- completamente feliz. Cuando avisó que pronto retornaría a su casa mi aura volvió a ser gris y sin vida, pero no duró más de pocos segundos cuando me invitó a visitarlo además Samantha -el nombre de su hija- al parecer "me había aprobado" solté una risa idiota pero emotiva al saber eso, garabateó su dirección en un pedazo de papel, me lo entregó y seguido se retiró.
YOU ARE READING
El paraíso es un lugar en la tierra [Contestshipping] [One-Shot]
FanfictionA veces no hay que ir al cielo para estar en el paraíso. Contestshipping AU