Las voces de Deby

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Deby tenía dieciséis años y oía esas voces desde los cuatro, pero jamás había tomado en cuenta lo que estas le decían. A veces le decían que matara animales, o empujara a niños hacia la calle. Otras veces la obligaban a dañarse ella misma. En este momento estaba exaltada. Con su pijama cubierto de sangre de su propia madre, lloraba en un rincón arrepintiéndose de lo que acababa de hacer. ¿Por qué había hecho tal cosa? Eso si que nadie lo sabía. Desde la otra habitación escuchaba a su pequeña hermanastra llamando a su madre. En ese momento volvieron las voces. Le decían que vaya por la pequeña niña, que acabara con ella. Deby no quería hacer eso, pero las voces eran más fuertes que ella, no se podía controlar. Caminó por el pasillo silenciosamente y con calma, entró a la habitación de la niña. Esta se volteó hacia Deby y la miró asustada.
-¿Qué sucedió?- le preguntó abriendo muchísimo los ojos.
Deby continuó en silencio con una cuchilla escondida detrás de ella. Justo como sus voces se lo indicaron.
Fingió que iba a abrazar a la pequeña y esperó al momento justo para apuñalarla por la espalda.
Se largó de la casa, y corrió hacia el bosque que estaba al lado de donde vivía.
   Cuando la encontraron ya habían pasado dos semanas de aquel incidente. Estaba pálida, y su rostro lucía demacrado, estaba ojerosa y daba miedo. Estaba muy mal alimentada ya que no había salido del bosque ni una sola vez.
Los policías le hicieron muchas preguntas. Ella no recordaba lo que había hecho.
No la llevaron a la prisión ya que se dieron cuenta de que estaba loca. Deby les habló de las voces y todas las cosas que la obligaron a hacer. La llevaron a un centro psiquiátrico, donde la pusieron en una sala llena de adolescentes como ella, muchas chicas que lucían tranquilas, pero con el solo hecho de que estaban allí, en ese lugar, todos sabían que sus mentes eran puro caos.
La hicieron sentar junto con una chica rubia.
-Hola- le tendió la mano- soy Lina ¿cómo te llamas?
-Deby- repitió el gesto de la rubia y sonrió-.
-¿Por qué estás aquí?
Deby se quedó callada y Lina entendió que no quería hablar sobre aquello.
Habían pasado unas horas y había llegado el momento de ir a su nueva habitación. Su compañera de cuarto era Lina, así que estaba más tranquila ya que ya conocía a su compañera.Ésta le contó sobre el baile con los internados del centro psicológico de al lado.
-Y ¿quiénes son ellos? ¿por qué están en otro lugar?
-Este centro está dividido en chicos y chicas. Aquí estamos las mujeres y allí los hombres. En dos días es la fiesta de bienvenida de los nuevos, como tú; no debemos faltar, porque supe que hay muchos chicos lindos.
-Está bien, tengo sueño-mintió- buenas noches.
Las chicas se acostaron en sus respectivas camas y apagaron las luces. Deby no lograba dormirse así que empezó a analizar la habitación. Lucía triste y desolada, y se sentía fría, como si estuviese solamente habitada por simples fantasmas que se ocultaban en las sombras de aquellas chicas locas.
Deby logró dormirse pero despertó porque alguien estaba arrojando piedras a su ventana.
-Ey...¿tu eres la nueva?- escuchó la voz de un chico hablar- Sé lo que hiciste, eres una psicópata- esa voz empezó a cambiar para convertirse en la voz de su madre- No saldrás con la tuya, cariño.

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⏰ Last updated: Feb 03, 2017 ⏰

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