Capítulo 1

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Los errores se cometen desde tan jóvenes y eso le sucedió a aquella chica, era tan joven pero había cometido el error que muchos jóvenes han cometido y cometerán, no cuidarse adecuadamente. Se había equivocado y ya nada podía hacer, ¿Cómo regresar al pasado para prevenirlo?  Ella lloraba en silencio y se maldecía por haber sido tan estúpida pero ya era demasiado tarde, prometió no equivocarse como su madre lo había hecho con ella, sin embargo no cumplió esa promesa.

Problemas y más problemas llenaban su día a día, insultos por parte de su familia, regaños y rencor era lo que respiraba; a veces se les ablandaba el corazón al verla llorar e ir corriendo al baño a vomitar lo poco que podía comer.

Pero ella se habia equivocado, ella cometió el error y la última vez que supo de el, fue cuando estuvieron juntos el intento  contactarse con ella pero ella lo ignoro, tenía miedo y odio hacia si misma y por el.

Dos meses después fue hacerce un ultrasonido, tenía miedo y se sitia mal dejo a un lado todo malestar cuando la nombraron.

- Señorita, pase y tome asiento- el doctor ya algo grande de edad con canas en en su fino cabello, delgado y de estatura promedio la observaba detrás de sus lentes de aumento.

- Vine hacerme un ultrasonido- la chica nerviosa tartamudeaba.

- Muy bien, pero antes de  hacerlo debo hacerle unas preguntas.- y sí empezó su cuestionario- ¿nombre completo?, ¿edad?, ¿de donde es?, ¿cuando fue la última ves que le llegó la menstruación?, ¿cuando fue la última relación sexual que tuvo?

La pobre chica solo le pudo contestar las tres primeras preguntas en las demás no recordaba nada y se sintió tan tonta al a ver venido aquí.

El doctor se compadecio de ella así que decidió terminar lo antes posible.

- Por favor suba a la camilla,   baje su pantalón y alce su blusa.

Con manos temblorosas, hizo lo que el doctor le pidió, sintió como el gel frío se le esparcía por todo el vientre y luego sintió lo duro del pequeño aparato en su vientre, observaba al doctor y este solo se limitaba a observar la pantalla.

- El está bien, no le puedo decir de qué sexo es por que esta muy pequeño apenas tienes un mes y medio.

La chica apenas le iba a preguntar si había una solución a eso solos tenía 6 semanas pero antes de decir algo el sonido del pum, pum, pum a una velocidad realmente rápida la desconcertó.

- Lo que escucha, 
es su corazón.

Y como si el doctor le leyera la mente se paró rápidamente y le recetó vitaminas para ella y el bebé. Le dió consejos de como cuidarse que hacer y que no hacer.

La joven tomo la decisión de quedarse con el a pesar de todo, ese bebé sería solo de ella.

El tiempo vuela y el vientre no crecía, la chica se la pasaba vomitando, llorando y durmiendo.
Su familia asimilaba el embarazo, al igual que su madre.
6 meses y el vientre no se le notaba, decían

–“ese bebe se esconde por que no lo quieres”– a lo que ella siempre pensaba “quizás los demás​ no, pero yo sí lo quiero”.

Un día todo cambio cuando por casualidad cruza la mirada con aquel chico que una vez se enamoró de el, cuando el le sonrie y ella prefiere esconderse detrás de su madre simulando que no lo había visto pero eso a él no le gusto asi que siguiente mirándola hasta que nuevamente cruzaron miradas.

- Me puedes dar tu hora. - al escucharlo la pobré chica casi se desmayaba en ese instante

Tomo el celular y observo la hora listo se la daría y todo acabaría pero no fue así en su vientre empezó una guerra y eso la sorprendió había sido la primera vez que se movía y lo hacía con la voz de su padre.

Finalmente ella le dió la hora toda nerviosa y con una pizca de felicidad.

Quizas había esperanza, no para ellos.
Para el futuro bebé que venía a caminó.

El era mi hijoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora