Una vez dentro del salón Charlie y Kate me dijeron que irían a ver mis cuadros en uno de los pasillos dónde se encontraban mis obras de arte junto a las de otros artistas.
Luego de unos minutos comencé mi búsqueda para encontrar a Andrew, el lugar estaba iluminado con una luz muy tenue por lo que se me hacía más difícil poder encontrarlo.
De repente logré percibir una cabellera pelirroja que venía directo hacia mí, al instante supe que se trataba de Deborah.
-¡Amiga! -exclamó mientras me abrazaba con mucha emoción- ¡Por fín llegas! ¡Y mírate, te ves preciosa!
-Gracias Deb, tu también te ves muy bien- le contesté al momento que retrocedía un paso para mirarla de arriba abajo, su sonrisa se hizo más ancha. Llevaba puesto un hermoso vestido muy parecido al mío pero de color rojo, combinando con su melena pelirroja que estaba peinada en un recogido suelto haciendo que algunos mechones cayeran a los costados marcando su rostro.
-¿Viniste con Andrew? -pregunté mirando sobre sus hombros para ver si veía algún rastro de él.
-No...de hecho vine con otro acompañante...- volvi mis ojos hacia ella al momento que terminaba de pronunciar esas palabras. Al ver la confusión en mi cara soltó una risita.
-No quería decirselo a nadie porque no pensaba que podría funcionar.- me quedé mirandola atentamente tratando de seguirla- Su nombre es Sam, nos conocimos hace dos meses aproximadamente en una discoteca, yo había salido con mi hermana tras sus insistencias de acompañarla y cuando estuvimos allá a mitad de la velada se nos acercaron unos chicos, mi hermana desapareció con su acompañante y yo me quedé sola con él -parecía que le daba un poco de vergüenza contar esa historia- desde esa noche no hemos parado de hablar, la verdad que es todo muy extraño.
-Me alegro que hayas encontrado a alguien, espero que todo salga muy bien amiga. -dije colocando una mano en su hombro y dándole un suave apretón.
-Gracias Sophie, enserio que aprecio mucho lo que me dices, eres una de las personas en las que más confío. - me decía mientras me abrazaba.
Justo en ese instante vi a Andrew aproximarse hacia nosotras con un semblante muy relajado, se veía guapisimo.
Vestía un traje negro con una camisa blanca y una corbata de color azul, llevaba el cabello despeinado, una suave sombra de barba asomaba en su barbilla.Caminaba tranquilamente con las manos en los bolsillos lo que le daba un aspecto mucho más joven.
Me separé de Deborah en el momento que estuvo en frente de las dos luciendo esa sonrisa tan bella que lograba derretirme en cuestión de segundos.
-¿Cómo se encuentran éstas hermosas damas?
-Ahora que lo veo a usted mucho mejor- contesté correspondiendo su sonrisa y siguiendole el juego. -¿Cómo estas? -pregunté acercandome a él.
-La verdad que ahora que veo a la artista más linda del lugar me siento en las nubes. -dijo mientras colocaba sus manos en mi cintura.
-Bueno... será mejor que vaya a buscar a mi acompañante - decía Deborah alejándose hacia la multitud haciéndome un guiño, solté una pequeña carcajada mientras la observaba perdiéndose entre la masa de gente.
-¿Nerviosa? -me preguntó Andrew luego de unos segundos de silencio.
-Si... un poco... nunca pensé que éste momento llegaría tan rápido.
-Estas preciosa esta noche-dijo con un brillo en sus ojos.
-Gracias- contesté algo tímida mientras bajaba la vista.
ESTÁS LEYENDO
Señales del destino
RomanceA veces el destino nos sorprende con sus idas y vueltas, giros inesperados, haciendo que pasen cosas que jamás pensamos que podrían suceder y que éste mismo hace que pasen por un motivo, esto es lo que les pasa a Sophie y Andrew dos personas a las c...