el comienzo del fin parte 2

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Nada volverá a ser lo mismo.
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Las clases pasan, Alfredo sigue preocupado, piensa que sólo es una broma pero mientras sigue pasando los mensajes de su familiar una y otra vez por sus cabeza y se da cuenta de que el mensaje es autentico.

Estamos en la clase de geometría, el profesor Isaac Herrera es el encargado de aburrirnos hasta la muerte con sus teoremas y ecuaciones de la recta, lo normal.

Noto muy pocas personas en el salón, tan pocas que podría contarlas con los dedos, esta ariana una chica con pelo lacio y rubio, tez blanca y pecas en la nariz con rasgos tan finos que parece muñeca de porcelana, bastante atractiva. No he hablado mucho con ella, apenas nos hemos dirigido la palabra desde que entramos al colegio, ella pertenece (por razones obvias) al grupo popular.

A ella la acompaña su mejor amiga gabriela, pelo castaño y lacio que le llegan a media espalda, proveniente de Estados Unidos, tiene su piel morena y chata, dando un aspecto áspero.

Francisco, uno de los muchos idiotas de la escuela, a mi parecer claro. Cuerpo musculoso y definido, piel morena. Ojos verdes con cabello negro y recortado estilo militar experto en presumir su vida atlética, recién había ganado el torneo estatal de natación.

Contándolos a ellos, a mi grupo, Gustavo y sus amigos, maria, guadalupe, hector y Luis somos en total sumamos diez personas, de cuarenta que habían asistido la mayoría el día de ayer. Son números preocupantes, nunca había visto que faltarán tantas personas sin motivo alguno, definitivamente algo no encajaba. Claro en ese momento no lo sabía.

Ya es media clase, alrededor de las cuatro y media de la tarde, el profesor pasa lista de asistencia y en su cara se llega a apreciar cierta angustia, posiblemente alguna cuenta que pagar o problemas en casa, se le veía mal.

El día esta despejado, no hay ninguna nube en el cielo. El aire que entra por la ventana es fuerte un poco frío y el sol esta en el punto en que ya no quema al exponerse a el,  sus rayos entran tímidamente entre las hojas de los arboles, las sombras que deja son grandes y está a muy callado el ambiente, tanto que  puedo escuchar el ruido de la ciudad.

Estoy escribiendo garabatos en un cuaderno rojo que me acababa de comprar, los demás intentaban resolver los ejercicios o estaban platicando, ariana miraba su teléfono como de costumbre en esa clase, gustavo igual solo que el estaba en internet investigando sobre los locos de las noticias, en paginas de facebook decían que eran infectados comiendo gente y de había esparcido a las ciudades grandes, vídeos por doquier de personas atacando a otras y saqueando centros comerciales importantes, había vídeos, fotos, memes, como de costumbre todo parecía como siempre. El profesor termina de pasar lista, abre su teléfono revisando sus mensajes, mira por la ventana que da a la calle fuera de la escuela, da un fuerte suspiro, se levanta de su escritorio traga saliva y deja a su clase con los ojos abiertos de un aviso que da.

-Muchachos voy a tener que dejar la clase hasta este punto, me ha surgido un inconveniente y debo atenderlo. Vendrá el prefecto al salón y se quedara con ustedes el resto de la clase- dice con voz tímida y preocupada, ya su apariencia a cambiado totalmente, paso de tener su inexpresiva mirada a una alarmada y asustada, esta pálido, se le puede ver una gota de sudor recorriéndole el cuello hasta llegar a su camisa azul de rayas.

Se dirige a la puerta del salón apresurando un poco el paso, sale y deja la puerta entreabierta, todos estamos presenciando esa inquietante escena totalmente anormal, en todos sus años impartiendo clases nunca se le ha visto de ese modo, me quedo pensativo y estupefacto procedo a levantarme de mi asiento e ir con Alan en busca de respuestas.
-viste lo mismo que yo?- estoy un poco tenso que mis palabras suenan a regaño.
- si, eso si fue raro, más viniendo de el.
- que crees que le haya pasado?
- nada bonito supongo- dice sarcásticamente.
-deberíamos preocuparnos?
- la verdad no creo que haya nada de...

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