Capítulo 2

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~¿Qué fue lo que pasó?
Puedo escuchar mis latidos tan rápido; oh por dios, ¡puedo escucharlos!
Me pregunto si pensará en besarme de nuevo. Mis piernas tiemblan de imaginarlo.
¿Qué demonios me pasa?
Mi sonrisa traicionera me delata al pensar en él. Cualquiera que me viera diría que estoy loca, ¿pero qué de malo tiene?
Espero que las cosas cambien para bien.
Siempre he disfrutado de nuestro tiempo juntos.
Pero ahora, el maldito reloj se burla de mi, en su lento avance. Torturándome en la espera.
Ansío volver a verte.
Deseo sentir tus labios de nuevo; son tan suaves... son míos, ¿verdad?
¿Por qué no apareces en mi ventana? Y si te veo en mis sueños, ¿volverás a besarme?~

Li Ann estuvo dando vueltas en su cama, toda la noche. No podía sacar de su cabeza la escena del beso en el parque. Minutos después de lo sucedido, fueron a comer, y se subieron a unos cuantos juegos más.
Sin embargo, una extraña sensación les impidió divertirse como antes.
Ese beso los había afectado más de lo que imaginaban.
Pero Li Ann no se arrepentía en absoluto de lo que había hecho. Después de todo, entrar a la casa del terror fué la mejor de sus ideas, ya que logró unirlos más.

Del otro lado de la ciudad estaba él. Tampoco podía dormir. Aunque había intentado disimular las emociones que experimentaba, sus sentimientos lo dejaron expuesto.

-¿Por qué la besé? -Leeteuk pensaba en voz alta, recostado en la cama-. No es como si la hubieran secuestrado; y en ese caso, tampoco tendría por qué besarla.
¿Acaso la quiero?
Claro que la quiero... ¿pero de ese modo?
No tengo una maldita idea de lo haré cuando la tenga frente a mí.
¿Y si me dieran ganas de volver a hacerlo? ¿Y si no le gustó el beso?
¿Se habrá enojado? ¿Qué voy a hacer si deja de hablarme?
Hoy será una larga noche... -suspiró, agotado.

La mañana se asomó sin más demora. Y el despertador les recordaba que debían levantarse. Se arreglaron más que de costumbre, y pasaron el mayor tiempo posible frente al espejo, sin permitir que ningún detalle de su vestuario se escapara. Preparándose para volver a encontrarse.

~•~

-El Museo de Historia de Seúl es el principal en Corea del Sur, y se encuentra ubicado en Jongno-gu -relataba el profesor de historia-.
Como Seúl fue la capital de Joseon durante quinientos años, el museo trata de la evolución de la ciudad desde el período prehistórico hasta estos días. La organización exhibe reliquias de muchos temas y también celebra otros eventos como, por ejemplo, el Panoramic Prague. Su trabajo consistirá en escribir la historia de cada uno de los objetos ubicados en el mismo, tienen cinco días para entregar su trabajo.

-Sí profesor -expresó la clase, al unísono.

El día escolar había culminado. Y sin poder postergar el encuentro, sus miradas se cruzaron. No sabían qué decir o hacer.
La sonrisa de Leeteuk amenizó el ambiente.

-¿Quieres que vayamos juntos al museo, Li Ann? Qué tal si ves una momia, podrías desmayarte -dijo Leeteuk, en tono de burla.

-¡Oye! No soy tan debilucha como crees. Además, puedes perder cuidado. No volveré a entrar a lugares que considere peligrosos. No quiero que te "preocupes" de nuevo -enfatizó Li Ann.

Leeteuk se sonrojó y comenzó a toser.

-¿Quién se preocupa por tí? Lo hice por tus padres. Eres la única hija que tienen y sería muy triste que la perdieran, y más por algo tan patético - bromeó entre risas, tratando de esconder su vergüenza.

-Si no estabas preocupado, entonces por qué me besas...

Leeteuk la interrumpió antes que terminara su frase.

Te seguiré hasta la muerte [ Leeteuk ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora