-¿Está muerta?- preguntó una vocecita.
Intente abrir los párpados, cosa que se me fue imposible, quería abrir los párpados, quería ver quienes hablaban, quería saber quién estaba muerta.
-Vicky, no seáis estúpida, mira; su pecho esta subiendo y bajando, esta respirando- dijo una voz menos aguda.
Yo no sabía que demonios sucedía, no recordaba nada, no sabía quién era, no sabía en donde estaba y no sabía porque carajo no podía abrir los ojos.
-Entonces está dormida- dijo nuevamente la vocecita.
-Victoria, ¿por qué no vas a ver si ya puso la marrana?- preguntó otra voz, una menos aguda que las otras.
-Debbie dice que eres una arpía- dijo la vocecita.
-Pues di...- la voz menos aguda fui interrumpida por una voz de hombre.
-¡Cállense!- dijo la voz del chico- Vicky, dile por favor a Debbie que guarde esos comentarios.
Me sentí muy, muy confunsa, no había escuchado otra voz, una que pudiera ser la de tal Debbie.
La primera voz que escuché es de una indivudua llamada Victoria, la segunda no sé de quién es pero no puede ser la de Debbie ya que esa voz yo no la había escuchado más, luego estaba la otra voz; a la que Debbie le había dicho que era una arpía así que quedaba de descontado que ella era Debbie y por último la voz del chico, él no podía ser Debbie.
Luche contra la extraña fuerza que mantenía mis párpados unidos y finalmente pude abrirlos, pero los cerre por culpa de la luz. Nuevamente abrí lentamente los ojos y parpadee varias veces hasta que me había acostumbrado a la luz.
Me encontré en una camilla, rodeada de tres chicas y un chico.
Las chicas eran guapísimas aunque parecían desquiciadas por las extrañas sonrisas que me estaban dando, el chico también estaba guapo pero también me daba esa sonrisa tan extraña.
Un escalofrío recorrió mi columna vertebral, ¿dónde diablos estaba?. En ese momento me di cuenta de algo, yo no sabía ni mi nombre, ni mi apellido, ni siquiera el color de mi cabello.
De pronto, no saber nada sobre mí misma me abrumo, ¿cómo era eso posible?
-Hola, Hannah- dijo una chica de cabello rojo.
Funci el ceño, la chica estaba hablando conmigo.
Vale, me llamo Hannah, ahora se algo.
-Hola- le respondí por cortesía.
-Pero no le quiero hablar- la vocecita que había escuchado de primero susurro aquello tan bajo que había sido difícil escucharla- Pero Debbie- susurro- Vale, vale- dijo ahora asustada- ¿Cómo te sientes, Hannah?- preguntó está vez en un tono de voz más alto.
Esta chica era rubia, parecía que tenía unos... trece o catorce años.
-Me duele la cabeza- reconocí al sentir un fuerte pinchanzo en mi cabeza.
-¿Queréis que llamé a la doctora?- preguntó otra chica. Esta otra tenía el cabello negro y un hoyuelo en una sola mejilla.
-No, es un dolor soportable- dije.
No conocía a estás personas, pero se comportaban como si me conocieran te toda la vida.
-¿Por qué?- volvió a preguntar la rubia en un tono bajo. Me estaba empezando a preocupar, ¡Estaba hablando sola!- Hannah, Debbie siente curi...- se interrumpió de golpe y se quedo callada un instante- digo, yo siento curiosidad sobre porque te comportas tan distante.
¿Distante? ¡Pero si estaba siendo de lo más amable!
-Vicky tiene razón- dijo el chico hablando por primera vez- ¿Estás bien?
-Es que- dije y mi voz se apagó- No sé quién soy, ni que hago aquí- dije en un susurro.
-Eres Hannah y bueno...- el chico se movió incómodo- Estás en el manicomio Nueva Sangre.
-¿Manicomio?- pregunté mirando a los lados- ¡Manicomio!
¿Estaba en un manicomio? ¿Por qué? ¿Qué hice?
-Debbie dice que me tengo que ir a dar un baño- dijo la rubia, Victoria "Vicky"- Adiós Hannah.
Victoria ladeó la cabeza, sonrió y se fue... Dios, esa chica está loca. Bueno, por algo está en este manicomio, ¿pero yo? ¿Yo también estoy loca?
-Iré a ver que no haga nada de lo cual se pueda arrepentir después- dijo la pelinegra saliendo de la habitación.
-Supervisare que Vicky no le arranque la cabeza a Ana- dijo él chico saliendo de la habitación.
Ahora solo quedábamos la de pelo rojo y yo.
-Ninguno se acuerda de nada cuando llega aquí pero los demás si se acuerdan de ti- dijo la pelirroja sentándose en la cama.
-¿Por qué?- pregunté.
-No lo sé- dijo.- Vicky es la que más tiempo ha estado aquí. Unos doce años.
-Eso es mucho tiempo- dije.
-Sí, ella escucha voces, bueno no "voces" sólo escucha una, dice que se llama "Debbie"- explicó la pelirroja. Con que esa era la tal Debbie, la voz que escuchaba Vicky.
-¿Y tú?- pregunté y ella me miró a los ojos.
-Queme a una persona- dijo y me sonrió.
-¿Y yo qué hice?- pregunté.
Yo no me creía capaz de matar a nadie, tampoco escuchaba una voz dentro de mi cabeza.
-Jumm- ella lo penso por unos minutos- Creo, creo que mataste a una persona con un cu... no, espera, esa fue Ana- dijo y volvió a pensar- Envenenaste a tú ma... no, ese fue Christian- cerro los ojos y se mordió el labio inferior.- Hannah, no tengo ni idea de que fue lo que hiciste.
-¿En serio me conoces?- pregunté un poco confundida.
-Sí- afirmó ella.- Te llamas Hannah, tú color favorito es el azul, tú mamá se llamaba Natalia y bueno pregunta lo que quieras- dijo encogiendose de hombros.
Hice un montón de preguntas y ella contestó sin titubear, sabía todo sobre mí y yo ni siquiera sabía de que color era mi cabello.
-Hannah, nos vemos después, tengo que ir a ver a la señorita Bennet, es la psiquiatra- dijo la pelirroja.
-Vale, ¿me tengo que quedar aquí?- pregunté mirando la habitación.
-Me temo que sí, después de mi sesión va la tuya así que vendré a por ti en un rato, no te muevas de aquí, en serio- me dijo la chica.
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El manicomio
Genç Kurgu¿Qué harías si te despiertas en lugar que no conoces pero en el cual todos parecen conocerte? "Hannah" se despertó en una habitación blanca, rodeada de adolescentes con caras de maníacos. ¿Cómo escapar de un manicomio? ¿Cómo sobrevivir en un manic...