Anne

After party (después de la fiesta)

-Despertate, Ana -me decía mi amiga, luego de mi resaca número cincuenta del verano, y eso que estábamos a quince de enero, no había pasado tanto tiempo desde que empezó el verano. Pero ahí estaba yo de nuevo, acostada, rendida, el cuerpo no me respondía, todo lo que mezclé anoche me había dejado mal, incluso peor después de probar esa píldora mágica, que me dio Laura y que era "el power de la night", como decía, es decir, se refería a que esa píldora era lo que te levantaba el ánimo y te hacía alucinar... y como era de esperarse, sí, me dejó mal, esta vez muy mal. Sentía que estaba tocando fondo, pero no podía parar, además le había agarrado mucho gusto a esto, me gustaba tanto, tanto y sabía el daño que me hacía, pero no podía parar, sabía como, pero no podía, algo no me dejaba.
Me gustaba mucho la vida que llevaba, fiesta cinco días de la semana, y a veces si algún amigo prestaba casa, pasábamos toda la semana de fiesta. Pero lo mejor eran los fines de semana, fiesta en boliches, mucho alcohol y droga. En mi grupo de amigos, Lucas es el que la consigue, tiene un contacto que se la pasa "fresquita" y a un precio super barato. Bueno, en realidad el tema de la plata para mí, no es un problema. Soy rica, sí, soy (yo) mi padre era empresario, el más grande del país, murió el año pasado y nos dejó a mi hermano y a mí toda la herencia. Tengo un gran patrimonio, y más después de vender la enorme mansión en la que vivíamos. Ahora vivo en un departamento, no muy lujoso la verdad, si mi padre me viera ahora no me reconocería yo creo, lo digo por el lugar en donde vivo, porque el que me ve de afuera pensaría que sigo siendo la misma Ana, aunque no lo sea. Aparento ser una jóven super normal, educada y estudiosa, la típica "hija perfecta" la que no toma, no fuma, no se droga, y digo "perfecta" porque una hija así no existe, la perfección no existe, pero lo llaman así, porque es lo que la mayoría de los padres prefieren, quieren presumir a sus hijos de ejemplo, para la mayoría es el ideal. Conozco a una sola persona así, perfecta por fuera, pero triste y vacía por dentro... pero ahora mismo no quiero hablar de eso.