Destino

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AU. OCC. M-Preg.
La personalidad difiere de anime y/o manga.
Los personajes no me pertenecen, al igual que la imagen de portada.

Espero les guste.

.

Estaba cansado.

Había sido un largo día en el trabajo, el cual odiaba... Bueno, no lo odiaba, sino que el cierre del mes era pesado y salía muy tarde. Lo bueno es que al medir cerca de los 1.90 nadie se atrevía a saltarlo o algo, y por esa razón se dirigía a casa a esas altas horas de la noche. Agradecía que era sábado por la noche y no un día entre semana.

Cruzaba el parque de la avenida que llevaba a su departamento cuando escuchó el gimoteo de alguien en unos de los juegos; frunció el ceño y se acercó al pingüino y entró en el túnel.

— ¿Estas bien?—preguntó a la melena castaña. Cuando alzo la mirada de encontró con unos bellos ojos avellana.

Negó —No sé dónde estoy.

— ¿De dónde eres? Aquí es XXXXX.

— xxxxxx.

— Eso está lejos, princesa ¿cómo llegaste aquí? ¿cómo te llamas?

— Hiyori. Mamá me buscó después de la escuela— el pelinegro frunció el ceño confundido —, le dije que no quería ir con ella. Me encerró en casa muchos días, escape cuando me dejaron ir al baño... Quiero a mi papi— sollozó cubriéndose el rostro.

Eso era un claro secuestro. Observó a la niña, no pasaba de los 10 años. Estaba descalza y su uniforme sucio y rasgado. Dejó el maletín aun lado y se quitó el saco para poder cubrir a la niña. Hacía mucho frio — Hiyo ¿Sabes el número de papá?

—Sí es ########.

— Mi móvil está muerto— mostró su teléfono —, vivo a unas cuadras ¿Vamos?

— Papi dijo que no fuese con desconocidos— abrazó la tela del saco.

—Soy Yokozawa Takafumi ¿Ya no somos desconocidos, verdad Hiyori-chan?

Sintió un calor reconfortante en su pecho, cómo cuando su papi le sonreía —Sí.

—Ven— estiró sus brazos y la cargo sobre su espalda, —Sostente— caminó a casa pero notó que se estaba durmiendo — ¿Me repites el número, y me dices el nombre de papá?

— ########. Zen Ki...

Sonrió con ternura al ver sus bracitos caer sobre su pecho. Hiyori se había dormido. Aumento el paso al ver que los miraban. En ese momento no podía confiar en nadie.

— Ya llegue— su departamento era pequeño, lo necesario para una persona: habitación, baño, cocina

— miau.

—Sorata ¿Hiciste alguna travesura?— Sorata era su gatito, era negro y tenía botitas blancas. Había pertenecido a su mejor amigo, pero por ciertas circunstancias se quedó con él y ahora era su mascota.

Sorata se pasó entre sus piernas y talló su cabecita en el pantalón.

—Nada más arregle el asunto de Hiyori-chan, te doy de comer.

Depositó a Hiyori en su cama y la cubrió con su sábana; regresó a la sala y tomó el teléfono fijo después de colocar a cargar su móvil, marcó el numeró que la castaña le había dicho.

Bueno.

— ¿Hablo con Zen Ki?

Sí soy Zen pero no Ki sino Kirishima.

Encuentro del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora