Al día siguiente.
Escucho resonar todas las paredes hasta en el techo un ruido molestoso "BIP"
—¡Señorita Beth! –oigo que Milagros menciona desde mi puerta, lanzo una almohada y tiro el despertador al suelo.
Milagros esquiva la almohada y sigue gritando mi nombre no se unas 50 veces.
— ¡Ya te oí, Milagros! –me levanto arrastrando los pies hasta la ducha.
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Llego al primer piso y me encentro con toda la familia desayunado, bueno casi toda.
— ¿Dormiste bien, querida? –menciona mamá. A lo que yo asiento y me siento en el lugar de siempre.
— Hoy inicias tu último año Beth. ¿emocionada? –me dice Wendy.
— Más bien asqueada y horrorizada, diría yo. –sonrío.
— Ah... claro. –responde Wendy– olvide que tienes otros "gustos". –menciona Wendy rodando los ojos.
— Pues al parecer. –clavo mi tenedor en la fruta y como.
— Haber se calman las dos. –dice papá– Beth, Wendy te llevara a la escuela hoy.
Se me cae la fruta de la boca:
— ¡¿QUÉ?!
— Lo que oíste. –sentencia Wendy y sigue comiendo con una sonrisa en el rostro– no te preocupes yo solo iré a visitar a algunos profesores y me voy.
— ¿Entraras?
— Pues claro ni modo que hablare con ellos afuera. –me responde.
— ¿Y por qué no?
— Beth, tu hermana quiere despedirse y agradecerle a sus profesores por la buena conducta y enseñanza que le aplicaron. Son asuntos de ella, así que no te metas.
Me levanto de la mesa haciendo chirriar la silla.
— Pues iré en mi moto. –me dirijo hacia ella.
— ¿Cuál moto? La que vendieron papá y mamá esta mañana. –oigo decir a Wendy y volteo de golpe.
— ¿qué ustedes, qué? –los miro y no oigo respuesta– ¡¿Cómo pudieron hacer algo asi?! –pregunto exasperada– ¡ERA MI MOTO! ¡SU MOTO! MI UNICO RECERDO DE ¡ÉL! ¿cómo pudieron hacerme algo así? –digo con la respiración acelerada y salgo dejándoles un portazo.
Saco mi cajetilla de "Malvoro" y le doy caladas al cigarrillo hasta llegar a la escuela.
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Llego tarde y me mandan a la dirección por mis papeles, y llave del casillero junto con mis horarios.
— Señorita Jhonson, a qué se debe su visita por aquí... –se fija en el calendario– el primer día de clases. –el director se acomoda en su asiento con los brazos extendidos hacia atrás esperando mi respuesta.
— Llegue tarde. –resoplo.
— El primer día.... –vuelve a su posición– no me sorprende, bueno tengo cosas que hacer así que hagamos esto rápido. Yo te digo que no lo vuelvas a hacer.... Lo volverás a hacer... así que ordenaras la biblioteca terminando las clases. –asiento lentamente ya harta de estas charlas– así que ya puedes irte y pídele a la señorita Piltod tu horario y llave.
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Tienes a tus pies Mi Corazón
Ficção AdolescenteY todo ocurrió tan rápido que no pude ni reaccionar al pestañear. No.... no podía haber ocurrido no ahora ¡no! Me acerqué a ver pero la policía ya estaba en camino. -Beth, debemos largarnos ahora mismo. -No... -¡Beth! -Volveré te lo juro. [¿...