Es por él

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― ¡Maldito día de San Valentín! ¡Espero que ya llegué mañana para que termine! ―Helena, mi compañera de estudio y, mejor amiga desde que comencé la universidad se sentó junto a nosotros en la cafetería―. Mi hermana está a punto de volverme loca.

― La melliza malvada ataca de nuevo, ―dije llevando la boquilla de la cajita de leche a mis labios.

― Está contagiada por el espíritu de San Valentín y quiere encontrarme pareja para que la acompañe a ese ridículo festival de enamorados.

― Encontrarte una pareja no será problema. Eres Miss América, no hay un chico en esta universidad que no quiera una cita contigo, excepto los gay, ―respondió mi amigo Chris antes de morder una manzana verde.

Helena rodó los ojos. Realmente era una chica lindísima, con una larga cabella lacia que nunca parece despeinarse, y ropa de portada de revista fashionista. Nunca había tenido una amiga tan atractiva que amara el anime y los comics de Neil Gaiman más que las botas de temporada.

― Cambiando de tema, mañana tenemos nuestra sagrada partida nocturna de El rastro de Cthulhu, ―dijo Helena.

― Mi novio llega mañna de su gi-viaje de negocios. ―Ufff, eso estuvo cerca, si digo la palabra "gira" tendré mucho que explicar―. No nos vemos desde hace dos semanas. Apapacho de novios vence a juego de rol.

― ¿Noche de sexo desenfrenado? ―preguntó Helena sonriendo con picardía―. Quiero dar mi aprobación a esa rara relación que tienes... ¿Cuándo vas a presentarnos con tu novio, Zach?

― El día que encuentre la manera de materializarlo junto con su amigo imaginario. ―respondió Chris con tono ácido.

Solté mi risita de El Pingüino, esa que uso cuando quiero fingir que ciertos comentarios no me afectan. Tengo una relación secreta con una estrella del pop que no ha salido oficialmente del armario, podría presentarlo con Chris porque si hubiera un premio a los despistados sin duda él ganaría, pero definitivamente no podría presentar a Elton con Helena, ella lo reconocería y mi noviazgo secreto dejaría de ser un secreto.

Helena levantó una ceja y sabiendo que no quiero hablar acerca de mi novio, dijo:

― Hay un foro sobre historia del cine de ciencia ficción. ¿Vamos?

No tenía planes para esa noche, además no tenía ganas de salir a caminar por las calles cuyos escaparates estaban llenos de corazones y moños para atraer a los compradores enamorados. Me alegraba que Elton y yo no tuviéramos ese tipo de relación basada en obsequios y celebraciones cursi. Entonces respondí:

― Hace tiempo no veo películas sci-fi viejas. Suena divertido...

El auditorio no estaba muy lleno, los primeros asientos los ocuparon los nerd de ingeniería. Chris y Helena eligieron sentarse atrás. A mí me daba igual donde sentarnos siempre y cuando tuviera la mejor visibilidad de la pantalla. Las luces se apagaron y el foro dio inicio con una serie de imágenes de la película Metrópolis. Estábamos muy concentrados en los detalles cuando comenzó a sonar el tema de Indiana Jones y sentí que todas las miradas se dirigían a mí.

Saqué torpemente el móvil y cuando ví el nombre de Elton en la pantalla, respondí en voz baja con un sencillo "Hola".

¡Lo mató! ¡Ramona lo mató! ―El grito al otro lado de la línea casi me deja sordo.

― ¿A quién mato? ¿A tu perro?

― No, Killer está bien. Estoy hablando de Batman. Ramona lo eliminó.

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