Mi primer día sin verte.

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-Patito, sé que has de estar muy lejos, no estoy molesto por que no hayas podido estar en mi cumpleaños... se acerca el del chibi y... por favor escápate un ratito para estar con nosotros, quiero abrazarte y besarte tanto como pueda, te extraño mucho, te necesito...

Aquí estoy de nuevo, aunque no me vea, rogándole... aunque no me escuche, abrazándolo con mi pensar, a pesar de que no lo sienta.

-Por favor... regresa...
He comenzado a llorar.
-Te amo... te extraño...
Me arrodillo hundiendome en mi soledad y dolor. Ya no puedo seguir con esto, ahora estoy aquí en este frío lugar sin su presencia, sin su cariño, con una botella de cerveza vacía en la mano. Estoy demasiado ebrio.

-Shima...ugh... ¡Regresa carajo! ¡Vuelve!
Llego a mi límite y me salgo de control lanzando aquella botella de cristal rompiéndola apenas y topa con aquel epitafio en cual está escrito su nombre, su fecha de nacimiento y la de su partida.
Jalo mi cabello con desespero despeinandolo más de lo que ya estaba. Gruño, berreo, pateo todo lo que está a mi alrededor mientras que mi llanto incrementa, unos fuertes brazos me rodean por los hombros logrando detener mi cuerpo completamente fuera de sí.

-Shima...
Ahora solo hay sollozos leves por mi parte, logro que escuchar que el llanto de la persona que me abraza comienza poco a poco, me volteo lentamente para poder encararlo pero el rápido me acurruca en su pecho acariciando mi cabello.

-Tranquilo, todo va a estar bien.
Habló con dificultad tratando de no llorar más, su voz, es tranquilizadora... es... es Yutaka.
Me aferro a el dejando salir aquel sentimiento de asfixia que tenía y después ya no recuerdo nada más, ahora estoy acostado mirando el techo de una casa que no logro reconocer del todo, debe ser la de Yutaka ya que a él fue al último que ví.

-¿Como te sientes?
Escuché su voz resonar en la habitación, el entraba con una taza café en la mano y en la otra un sándwich, caminó a paso tranquilo hasta la cama y asentó en la mesa de noche la taza y el sándwich para luego sentarse a mi lado.
-Kai...
Lo miré y el pasó su mano por mi cabello regalándome una sonrisa reconfortante.
-¿Ya te sientes mejor?
-No... Sigo sintiéndome como una mierda...
El sólo me mira borrando su sonrisa apenas escuchó mis palabras.
-Ay amigo mío... Bueno ya, come algo para que te repongas.

*Realmente no estoy de ánimo.
-No quiero nada, gracias.
Le dí la espalda dispuesto a volverme a dormir, sentía que la cabeza me iba a explotar y que todo me daba vueltas.
-Hey, no te pongas en ese plan. Trata por lo menos de darle un mordisco, no quiero que te enfermes.
*Mejor, tal vez me muera y acabe con esto.
-Estoy cansado solo... Déjame dormir un poco más.

-Si necesitas algo me llamas.

Sentí como se levantaba de la cama y por último el cerrarse de la puerta. Mis lágrimas de nuevo comenzaron a fluir, nunca me había sentido de tal manera, lloré... Lloré hasta quedarme dormido de nuevo, unas voces interrumpieron mi "descanso" pude reconocer la de Takanori y la risa de Akira. Me senté en la cama y llevé cabello hacia atrás con mis manos; me decidí por levantarme e ir a la sala con ellos, iba a paso torpe y lento. Apenas y asomé mi cara Takanori corrió hacia a mi y me abrazó.

-Hola Yuu, ven siéntate con nosotros.

Sin hacer ningún gesto o ruido me dejé guíar, me sentó enfrente de Akira y Yutaka llegó a mi lado.

-Bueno ¿Como han estado?
Preguntó Yutaka tratando de romper el hielo.

-Ya sabes... Son días muy complicados.

Akira respondió sin ánimos, sus ojos estaban hinchados, como si hubiese llorado o pasado mala noche mientras que Takanori bajó la cabeza teniendo un aspecto casi similar al de Akira.

Pasaron unas horas, ellos conversaban y yo solo asentía o negaba con la cabeza, tomaban algo de café, yo solo tenía la taza entre mis manos... No había bebido ni comido nada.
Cuando ellos dos de fueron me dispuse a irme a mi casa.

-Gracias por ayudarme, ya me voy.

-¿Seguro estarás bien?
Luce preocupado,solo asentí mientras me dirigía hacia la puerta.
-Tranquilo, estaré bien.
*A quien quiero engañar, me siento muy mal.

Salí camino a la casa que compartíamos Shima y yo.
Tomé un taxi para llegar más rápido.
Apenas y entré, la nostalgia me golpeó de nuevo.
*¿Qué haré de mi vida sin ti Kou?

Notas finales.
Va, espero y sea de su agrado vamos~ sólo denle una oportunidad
Puedo casi garantizarles que les gustará, bueno eso es todo ¡gracias por leer! Bye bye.

Déjame ser...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora