Hermione Nott and the secret of blood [EDITANDO]

PRECUELA

— ¡No por favor! ¡Suélteme! — gritaba Susan Nott tratando de escapar de un mortífago.

— Son ordenes del Señor Tenebroso — dijo el mortifago tratando de llevársela.

— ¡Por favor! ¡Ayuda!  — gritaba más fuerte.

El mortífago harto de sus gritos la golpeó.

— Nadie te va a escuchar, así que deja de chillar —dijo el mortífago.

— Por favor, no me haga daño, estoy embarazada, mis niños tienen que nacer sanos — suplicó Susan.

— Solo me importa la niña, el niño puede morirse si quiere — reto el mortífago —Ahora colabora porque...

— ¡Aqua Eructo! — conjuró Maximiliano Nott haciendo que el mortífago chocara con la pared de piedra.

— ¡Max! ¡Max! ¡Ayúdame! — gritó Susan.

Maximiliano fue corriendo a Susan.

— ¿Estas bien? — preguntó Maximiliano.

— Si, pero quiero irme de aquí — dijo Susan espantada.

— Esta bien, nos iremos. Rápido, pronto vendrán muchos aurores — dijo Maximiliano.

Ninguno de los dos se dio cuenta que el mortífago ya se había puesto de pie y apuntaba a Maximiliano con su varita.

Susan a buena hora se dio cuenta y justo cuando el mortífago iba lanzar su maleficio Susan voto a Maximiliano para que a ella le cayera el maleficio.

— ¡Crucio! — conjuró el mortifago.

Susan se retorcía de dolor en el suelo, no duró mucho tiempo antes de que comenzara a sangrar por su aparato reproductor.

— ¡Susan! — gritó Maximiliano.

El mortífago reía como desquiciado al ver la escena, Maximiliano lo miró con odio.

-¡Desmaius!-conjuró Maximiliano, haciendo que el mortífago cayera.

Cuando pasó el efecto de la maldición Cruciatus, Maximiliano fue a socorrer a su esposa quien estaba inconsciente sin pensarlo dos veces la transporto a su mansión.